Querida Agustina,

a propósito de la preocupación de Pondal de la que se hace eco Daniel M. (preocupación recurrente en la web) de muchos "exes" y otros damnificados por el Opus, amén de lo ya señalado por Pondal en cuanto a las dificultadas, debemos saber que desde el tiempo de los antiguos romanos, existe en el derecho una institución que se llama la prescripción, que consiste en el influjo del paso del tiempo sobre la posibilidad de hacer valer un derecho.

En concreto, cuando tienes algo que reclamar o exigir a alguien, tienes un tiempo concreto para intentarlo. Pasado dicho tiempo, ora pierdes el derecho, ora la posibilidad de ejercitarlo. Y ese plazo varía según la materia de que se trate, y de la legislación de cada concreto país. Por ejemplo: uno es el plazo para los reclamos de índole laboral, otro para pedir la revocación de una donación o para acusar la nulidad de un contrato, o una cesión de derechos hereditarios, otro para reclamar daños y perjuicios que nos hubiesen provocado en la salud psíquica o física, o por la pérdida de chance, etc. etc.

En concreto, además de consultar cada caso con un profesional del derecho -un abogado en ejercicio de su profesión- sobre la posibilidad de intentar algún reclamo o acción judicial, por lo dicho más arriba acerca de las consecuencias del paso del tiempo, quién tome conciencia de haber sufrido algún daño o de tener algo que reclamar, debe hacer esa consulta CUANTO ANTES. Luego, prudentemente y según le dé o no la gana, hará el reclamo o demanda, o de acuerdo con el profesional, verá qué curso de acción seguir incluso para suspender o interrumpir los plazos de prescripción que estuviese corriendo. Porque si deja pasar el tiempo, o en el aturdimiento por buscarse la vida, restañar las heridas del cuerpo y del alma, recomponer la crisma, etc., se difiere (casi pongo procrastina... ¡qué palabreja horrible!... ) la cuestión para "cuando pueda acomodar todas esas cosas" lo más probable es que sea tarde o se sumen nuevas y quizás insuperables dificultades legales o de prueba, que decepcionen al que quiera intentarlo.

"El manco" ACUÑA.