Pepgrass, si llevas 25 años dentro, es probable que rondes los 45; si trabajas en una obra personal, es seguro que al dejar la prelatura te quedarás sin trabajo; si vives en España, lo más probable es que con 45 años y en el paro lo pases mal para encontrar un curro, aunque como no sé cuál es tu profesión ni tu licenciatura o doctorado no te puedo afinar más.

Si dices que no tienes nada que reprochar al Opus Dei, pero que desde hace siete años te imaginas fuera, tal vez sí que tienes algo que reprocharle; o no. Yo no te veo con auténticas ganas de irte. Hay quien está dentro y se encuentra a gusto, sobre todo si lleva toda la vida sin trabajar en algo profesional en la calle, refugiado en una delegación o fungiendo de director de esto, eso y aquello.  Yo, en tu caso, de persistir en esa idea de libertad, antes me aprovisionaría bien una cuenta bancaria, buscaría dónde vivir, tantearía otras posibilidades profesionales por si las moscas, y luego ya se vería.

En resumen, que si no te da problemas la vida conventual, y duermes bien, y de vez en cuando haces lo que te da la gana y eso no te acarrea dudas de conciencia, y te mantienes en equilibrio emocional y psíquico y, en definitiva, eres relativamente feliz y no necesitas más, pues no está mal que te aproveches del buen servicio de la administración, la placidez de los cursos anuales en las casteldauras y similares, los huevos fritos para desayunar, los aperitivos los días de fiesta. Si tienes hígados para disfrutar de todo eso, como parece que estás haciendo, plantearse una vida más dura me parece un poco masoca. Honradamente, no puedo decirte que abandones el cenobio y te lances sin red a buscar la felicidad y la libertad no se sabe dónde ni por qué ni para qué. Primero, aclárate bien qué quieres. Porque si se trata de tener una aventurilla, para eso no es necesario hacer tanto ruido. No sé si me explico o si me entiendes.

Por último, ¿cómo andas de amigos -de amigas ni pregunto- fuera del monasterio? Siempre te puedes apoyar en ellos, tanto si sí como si no. Como diría uno de Boca, aclaráte, pibe, aclaráte.

Bastián.