La verdad es que revisando cuando decidí hacer mi primera y “pequeñísima aportación” a esta página he visto que fue hace 5 años y medio, cuando conté mi corta experiencia (1 año y medio; ¡qué vista tuvieron!) aunque suficiente como Numerario y mi posterior salida de la Obra

Esta semana, la he repetido al leer un testimonio de un padre pidiendo ayuda por el acoso que estaba sufriendo su hijo planteándole su vocación a Numerario, quizás porque al ser padre de 4 maravillosos hijos me ha tocado de una manera especial y en cierta manera me he visto retratado en su hijo y me ha hecho retroceder  30 años.

Hoy vuelvo a participar porque después de dar algún consejo con la mejor de mis intenciones a ese padre, quiero compartir alguna reflexión...

Hace unos meses me enteré que el Numerario (mayor que yo unos 5 ó 10 años) que en su día vio mi vocación con una claridad meridiana, había dejado de serlo después de muchos años y finalmente se había salido de la Obra y se había casado hace 6.

La verdad es que por un lado me causó una sorpresa increíble pero después de madurar el tema creo que el sentimiento es de total tristeza.

Sorpresa, porque siempre pensé que mi Numerario “mentor” era de los que jamás podía tener una crisis de vocación y menos que fuese a terminar fuera de la Obra.

Fue él, quien cuando les dije que no veía mi vocación después de haber pitado, me dijo (de verdad que no le guardo ningún rencor, seguro que lo hacía con la mejor de sus intenciones y con “visión sobrenatural”) que iba a ser un infeliz el resto de mis días, que detrás de mis sentimientos, los de un joven de 15 años en el natural despertar de sus emociones, sexualidad, etc … hacia una chica, quién estaba realmente era el mismísimo demonio, que estaba abocado a la condenación eterna (esto también me lo dijo el Sacerdote del Centro).

Todo esto pasó hace 30 años, pero parece que está totalmente vigente, tanto en la captación de las vocaciones como en los “pobrísimos” argumentos que se emplean con los aspirantes o con las personas que se están cuestionando su vocación.

Y tristeza, no por él, estoy convencido que es feliz, sino por la Obra.

Por hacer entender lo que quiero decir: si él se ha ido de la Obra, no queda ni el tato.

Me gustaría conocer si alguien tiene datos exactos sobre el número de miembros reales (Numerarios, Agregados y Supernumerarios) a día de hoy.

Se sigue oyendo la cifra de 90.000 en todo el mundo, pero esta cifra es la misma que yo oía hace 30 años y después de “la fuga” de vocaciones que a todos nos consta de la época de los que pitamos en las décadas de los 80-90, más la de muchos “históricos” como mi Numerario mentor, no me cuadran para nada las cifras.

No es un tema que me quite el sueño para nada, sin embargo, creo que si ellos lo conocen (me imagino que sí pero no es interesante divulgarlo) sería un buenísimo dato para la autocrítica y establecer las bases de “una Refundación”.

Si, Refundación. Opus Dei v.2 por darle un toque de humor.

Personalmente creo que la Obra podría hacer mucho bien si fuese capaz de realizar un examen de conciencia y eliminar una parte de su praxis que es la que le hace “caer por su propio pié” y en mi opinión abocarla a la desaparición más tarde o más temprano, perdiendo esa oportunidad de hacer el bien en la Iglesia y en muchos fieles de ella, pero ...

Y en relación a esto hay para mi 2 puntos críticos: el primero es el asociado a la captación y planteamiento de la vocación a edades en las que en la cabeza se tiene de todo menos lo necesario para poder tomar una decisión de este calado.

En segundo lugar, la entrega total de los bienes materiales en el caso de Numerarios y Agregados, que se traduce en una dependencia económica absoluta que impide o hace muy dificil en muchos casos, emprender una nueva vida si la persona decide salirse de la Obra y más a medida que se avanza en edad.

Yoda