Qué vergüenza damos todos. No sé cómo Agustina nos aguanta. Mucho explicar nuestras vivencias, recuerdos, impresiones, mucho intercambio cultural, filosófico, teológico, etc.etc., pero no soltamos prenda. De ayudar económicamente, nada de nada. O casi. Si yo fuera ella tendría la tentación de "vender" la web, cobrar y retirarme a las Seychelles como mínimo. Porque todos sabemos quiénes estarían dispuestos a firmarle un cheque en blanco. Obviamente hay personas que están ayudando, y en algún caso que conozco personalmente, con sacrificio.

Sin embargo, la mayoría no. No hace falta hacer números. Otros compañeros los han hecho. Muchos lo dejáis para después, con tranquilidad, hasta Navidad hay tiempo... o pasáis olímpicamente de esta petición. Si se ha hecho, es porque es estrictamente necesaria para la continuación de la web. Ahora resultará que los que entran en la web son todos del Opus Dei y el director no les da permiso para ayudarnos.

No me disculpo por lo que digo. Espero que Agustina lo publique. Yo no aguantaría dar mi nombre, mi persona, confiado en que recibiría la ayuda que necesito para continuar haciendo algo que al fin y al cabo es para todos, no para mí.

¿Habéis estado alguna vez en "capilla", esperando un juicio? ¿Sabéis cuáles son los honorarios de un abogado, un procurador, etc.? ¿Os gustaría estar en la piel de Agustina? A mí no.

La web crece y crece. Cada vez hay más colaboraciones, más maduras, profundas, sinceras, llega a más gente y hace más bien. No veo que nuestra generosidad crezca al mismo ritmo. Ha habido otras peticiones para recordarnos este hecho, pero tengo la sensación que han caído en saco roto.

Los únicos felices de nuestra desidia ya sabemos quiénes son. Encima, con ellos lo entregábamos todo. Y ahora no somos capaces de comprometernos a dar 10€ al mes. Por decir algo.

No me sirve de excusa la crisis, ni las buenas intenciones. Además, ¿quién somos para criticar el poderío económico de los de dentro si después de haber colaborados años y años a aumentarlo, ahora que podemos ayudar de verdad y contrarrestar este hecho, no hacemos nada?

No hace falta decir que estoy furiosa.

De todas formas, un fuerte abrazo para todos.

Marta Domingo

mdomigo@xtec.cat