Nunca como ahora he sentido la vergüenza y la humillación que supone pertenecer a un grupo con una ética tan poco ejemplar, tan miserable. Llevo varias décadas siendo numerario en la Obra y para mí ha habido épocas mejores y peores, pero el derrumbe de la moral de los que deberían salvaguardarla, con la actuación engañosa y delictiva de esos directores que parece que ni siquiera creen en Dios, me provoca verdadero asco. ¿Qué pensar de esos obispos, sacerdotes, directores... que toleran e incluso organizan todos esos despropósitos?

Por supuesto que la sentencia contra Kaiser y el proceso contra él tendrían que haber provocado una cascada de dimisiones en los directores si tuvieran un mínimo de ética, aunque quizás en muchos casos lo que ocurre es, simplemente, que son unos inútiles que viven como marqueses donde están y que, si vivieran en el mundo, no tendrían dónde caerse muertos.

Quien dice esa sentencia, dice la actuación contra D. Antonio Petit, la gestiones de herencias, los fraudes a Hacienda y la Seguridad Social (¡son verdad, lo sabemos todos!), la retirada de los documentos internos de opuslibros, las actuaciones contra Agustina, abusos en la dirección espiritual y en la confesión, enfermedades mentales producidas por una vida incoherente, coacciones a la hora de pitar o de evitar una salida, informes de conciencia, y un larguísimo etc. Incluso contamos con una ONG (Cooperación Internacional) para poder dar una cobertura jurídica a las variadas estafas (legales, eso sí, sin pillarse los dedos) que se hacen. ¿Cuántas subvenciones, ayudas, herencias y donativos se han conseguido con los folletos en que sale la foto del mismo negrito vestido de cura? ¡Qué vergüenza! Verdaderos pecados, abusos, engaños, tergiversaciones..., campañas de aop que deberían traducirse en campañas de saneamiento interno si realmente buscaran la gloria de Dios.

¿Dónde quieren llegar esos directores? ¿Qué creen que van a lograr con los pleitos? Si desapareciera opuslibros las piedras hablarían.

Más de uno en esta web se pregunta por qué la Santa Sede no interviene. Yo también me lo pregunto. Creo que llegará pero que cada vez va haciendo menos falta. Como se retrasan, mientras tanto ha intervenido el mismo Dios. Ha retirado el don de las vocaciones, el del crecimiento de la labor, el del entusiasmo de la gente de la Obra (cada vez más desencantada, desilusionada y sin esperanza en el futuro).

Podría seguir escribiendo durante horas sobre el mismo tema, pero ni siquiera tengo ganas de ahondar en lo que tanta vergüenza me da. ¿He pensado en irme? Por supuesto, claro que sí, no puedo pretender ser cristiano y colaborar con algo así, aunque de momento voy a esperar un poco más a ver si esto se arregla, también por mi situación personal y profesional. Agustina (y varias personas más) saben quién soy, que soy de la Obra, que no soy una redacción hecha por un personaje ficticio; por contraste, ¡qué manera de hacer el ridículo tiene la inútil campaña por parte del aop con la simulación de colaboraciones en esta web para defender lo que no puede jamás defender una persona de bien, un católico!

De antemano digo que si este escrito generara alguna respuesta en opuslibros no la contestaré. No puedo fiarme. Tal vez más adelante. ¿Cómo no temer a gente sin escrúpulos?

Abrazos a todos, besos a todas. Buen verano a quien lo tenga en esta zona del planeta, a los demás también les deseo lo mejor.

Alter.Alterius