Hola M.o R. o J. Ella sabe a quien me dirijo.

Te escribo para hacerte un último favor y avisarte de que te van a echar del Opus Dei. Y te aviso para que el tortazo te sea más leve y las directoras guarden un poco las formas contigo. Si estás preparada las verás venir.

Ya lo dijo ayer Dolcevita, el Opus Dei no admite traidoras, y tú eres una de ellas. Aunque este año te lo hayan hecho dulce porque les hacías falta, eso se terminó. Ahora empezarán los tropiezos, las pastillas porque te dicen que no estás bien y los empujones hacia la puerta de salida porque tras más de 20 años en la prelatura, ahora habrán caído en la cuenta de que no tienes vocación, que no comprendes el espíritu, que no puedes con la entrega, que no encajas en el centro….. Dime si me equivoco. El gran favor que les has hecho no suple tu traición. La confianza en tí se terminó y me imagino que ya tampoco les servirá tu gran eficacia profesional de hasta ahora, ¡el gran motivo para no soltarte!. Si te da tiempo guárdate las espaldas porque tú saldrás como todas, apaleada y con lo puesto. Ya me lo dirás en menos de un año.

¡¡¡Aviso a caminantes!!! Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.

Los retos y las dificultades son para enfrentarlas y superarlas, o por lo menos para aprender, además de que la vida jamás nos pone delante algo que nos supere, pero uno bien puede elegir plegarse y dejar que otros vivan la propia vida. No existe infierno más allá de ese que supone vivir dentro de  los zapatos de otro y ajeno a la propia vida y los propios dones. Es una pena pero el Opus Dei consigue con verdadera eficacia esto en infinidad de sus miembros, e incluso tras muchos años de abandonar la institución. Para mi no hay misterio mayor.

Un fuerte abrazo a cada uno y uno muy especial para Kaiser.

Carmen Charo