Muchas gracias a Vega por la explicación basada en las ciencias humanas actuales sobre la sexualidad humana. Es como abrir un gran ventanal en una habitación cerrada durante mucho tiempo que ya huele a moho y en la que te has dado contra todo intentando salir de ella. Da vergüenza ajena que personas ilustradas de hoy defiendan ideas tan simplistas y alejadas de las investigaciones más actuales sobre los comportamientos humanos y de otras especies. Nos quieren vender una religión católica compatible sólo con la ciencia medieval, cuando no existían las ciencias humanas y a nadie se le ocurría comparar los comportamientos entre diversas especies.

Particularmente relevante me parece la comparación de la hembra humana con las hembras de las demás especies, en la mujer los períodos fértiles no se ven y las mujeres tenemos vida después del período fértil de nuestra existencia, cosa que no ocurre en otros animales.

En fin, no voy a abundar más en todo lo que nos descubres, se siguen consecuencias muy dolorosas sobre la visión de la mujer que tienen o han tenido la mayoría de teólogos y clérigos católicos hasta la fecha.

Se diría que en esta cuestión los desarrollos teológicos no han sido tanto una cuestión de iluminar racionalmente la fe hasta donde se pueda como de ejercer "poder" sobre cuerpos y almas, particularmente cuerpos y almas femeninos. También masculinos pero de diferente forma.

Sobre el texto de Ratzinger que trae a colación Hormisdas, mucho ha llovido desde 1972 y no sé qué pensaría de sus propias palabras Benedicto XVI.

Ana Azanza