Querida Calandria: permíteme que, aunque ese no sea tu deseo, te responda dando mi opinión a tu escrito del pasado viernes dirigido a Lucas.

Nadie de los que escribimos en esta web nos creemos poseedores de la verdad. Las opiniones de cada uno de nosotros, y las de Lucas también, se basan en hechos. Si damos nuestro testimonio no es para difamar a nadie, cosa que por cierto no sé donde la ves en el escrito de Lucas, en el cual simplemente comenta unos procederes. Dicen que un ladrón acostumbra a tener miedo de ser robado, y es por ello que me permito decirte que quizá tus escritos sí que adolecen de cierta caridad. Pero no veas esta falta de caridad en los demás, pues si algunas cosas hemos aprendido los que hemos estado dentro, són precisamente la libertad y la caridad...

Es muy seria tu afirmación y casi acusación de difamación. Lucas ni juzga ni difama.

Calandria: hablas de una vocación dada por Dios y a la vez afirmas haber leído esta web desde sus comienzos. No lo entiendo. Si realmente hubieras leído los testimonios, sabrías que pocas son las personas que creen haber sentido esta vocación como llamada divina, y muchas las que se han sentido manipulados, adoctrinados y coaccionadas en su proceso de captación. Yo nunca he dudado de la buena intención del aspirante en cuanto a alma noble, sencilla y dispuesta. Sí he dudado, y mucho, de algo en lo que estamos de acuerdo los que hemos vivido dentro: La verdad. En el escrito de Castalio "Por qué y cómo me salí del Opus Dei", se resalta: en la Obra, antes es el bien que la verdad. Y si ese bien fuera un bien para la persona me plantearía una pequeña parte de validez, pero no lo es. Siempre es el bien de la Institución antes que la verdad que atañe a cada uno de sus miembros.

¡Qué facil es mentir a jóvenes inocentes!
¡Qué facil resulla llevarlos a su terreno!
¡Qué facil resulta aislarlos de la familia y decirles que son el demonio!
¡Qué facil resulta exprimirlos hasta la extenuación y la enfermedad!
¡Qué facil resulta manipular la conciencia en nombre de Dios!
¡Qué facil resulta fabricarles su vocación y decirles que es inspiración divina!
¡Qué facil resulta asegurarles la salvación eterna por qué están en una organización católica aprobada, usando la mentira, por el Vaticano!
¡Qué facil resulta mentir, cuando se vive de, en y para la mentira!
¿A caso en el diccionario opusino existe la palabra verdad?

No veo en Lucas pensamientos enfermizos ni sentimientos y pareceres enfermos.

¿Tu crees Calandria que si realmente hubiera habido inspiración divina en la Obra, los resultados serían los actuales? ¿Numerarios tristes, desencantados y resignados? ¿Personas enfermas, destrozadas? ¿Familias enteras separadas? ¿Uso de fármacos para remendar perseverancias? ¿Mentiras y ocultaciones a las familias? ¿Falta de intimidad en las comunicaciones de los numerarios? ¿Falta de privacidad? ¿Salidas masivas de miembros? ¿Y la falta de sigilo sacramental en la confesión, que la Iglesia castiga con la excomunión?

Puedes leer el escrito de Xavier_de_Barcelona y verás uno de los miles de ejemplos en los que se ha ensañado la Obra en sus miembros.

Tu devoción a Alvaro y San Josemaría nadie te la impide. Lo que se cuestiona son procederes.

Pechina