Querido Ebe y queridos todos:

El tema de la credibilidad es fascinante y Ebe lo ha tratado muy bien, como acostumbra. A mí me trae dos cosas a la mente. La primera es una conversación con un director local del lado oscuro en la que se sinceraba conmigo, para decirme que mis problemas con la comisión regional se resumían en que yo no tenía credibilidad. Yo, por aquel entonces andaba en mis vanos intentos de reformar el opus desde dentro. Supongo que la historia os suena familiar a muchos. Mi respuesta a aquel director local, a quien creí equivocadamente mi amigo, fue que si alguien necesita ir a Cuenca y yo le informo sobre la forma de llegar, porque la conozco, y ese alguien no me hace caso porque para él no tengo credibilidad, quien tiene el problema es él y no yo, porque yo sé cómo llegar a Cuenca. Finalmente si este alguien quiere llevarme a Cuenca, posiblemente decline la invitación. Lo que quiero decir, es que si para la Iglesia no tenemos credibilidad, por los motivos que sean, el problema podría parecer nuestro, pero eso no es así, el problema es de la Iglesia, en resumidas cuentas.

La segunda cosa que se me viene a la mente es la respuesta de los mandos aliados y del Vaticano ante su pasividad, inacción, frente al holocausto, genocidio, perpetrado por los nazis durante la segunda guerra mundial. Dicen que no sabían lo que estaba pasando. Y en esto, mira qué coincidencia, para mí o tienen credibilidad, porque tenían informes abundantes de diferentes fuentes, entre ellas la resistencia polaca que tenía mucha credibilidad cuando a ellos les daba la gana creerles. El Vaticano y los Aliados, decidieron no creer tales abundantes informaciones, por los motivos que ellos sabrán, y abandonaron a su suerte a las víctimas del exterminio nazi.

Con el opus esta pasando lo mismo. Sin duda, dentro de un tiempo los jerarcas vaticanos dirán que no sabían lo que hacía el opus, porque los denunciantes no tenían credibilidad y se quedarán tan contentos, con la conciencia limpita y habrá mucha gente que les crea. Vamos a decirlo más clarito, nuestra credibilidad, la mía y la vuestra, es excelente, lo que sucede es que hay quien no tiene el menor interés en creernos, porque creyéndonos temen que van a tener más pérdida que ganancia. Así de fácil. Ya lo he dicho en otras ocasiones, pero lo repito para los recien llegados. No acepto que la Iglesia diga desconocer lo que se hace en el lado oscuro. Lo saben perfectamente, no tengo la menor duda. Es imposible que el Vaticano no tenga conocimiento detallado de la andanzas de los chicos del opus.

Para terminar, recomiendo con todas mis fuerzas el libro titulado Historia del cristianismo, escrito por Paul Johnson. Para quienes no lo sepan quiero decir que el autor es un católico inglés, educado por los jesuitas, conocido por sus ideas conservadoras y fuera de toda sospecha de mala leche contra la Iglesia Catolica. Lo que cuenta es interesantísimo, sin necesidad de acudir a la repetida cantinela del papa Borgia y demás sujetos, te pone en perspectiva cual es la política de la Iglesia. Ayuda mucho a entender lo de la credibilidad. Es de lo mejor que he leído últimamente. Por supuesto, prohibido en el lado oscuro.

Con todo cariño, muchos abrazos para todos,
Donisio, el areopagita.