Agustina:

Coincido con EBE en que los que acusan al Opus Dei de fraude, no son creíbles para la Iglesia, porque los considera como enemigos manifiestos.

Yo creo que el problema actual de la Iglesia, es que desde hace unos años después del Concilio Vaticano II, ha dado marcha atrás en muchas cosas volviendo en muchos casos a unos conceptos preconciliares parecidos a los que tenía el fundador del Opus Dei.

A muchos obispos, parece que este Concilio les da tanto “yuyu” que ni lo nombran o solamente lo hacen cuando son interpelados al respecto, diciendo que el Concilio Vaticano II hay que saber interpretarlo, y se quedan tan anchos.

Siendo así, considero que no solamente no son creíbles para la Iglesia los que acusan al Opus Dei, sino que, por desgracia, cada vez lo serán menos.

Seguro que Hitler, cuando ganó las elecciones en Alemania, era muy “Creíble” y ya sabemos la movida que consiguió organizar.

En pocas palabras, a mí lo que me está pasando es que mucha gente de la actual jerarquía de la Iglesia, cada vez se me hace menos “Creíble” y eso, para una persona como yo, me duele mucho, ya que fue mi propia madre, que Dios la tenga en la Gloria, la que me enseñó desde muy pequeñito que el mensaje de Jesús es El Mensaje del AMOR, sí con mayúsculas y me está dando la impresión de que la Iglesia actual se está perdiendo en normas, normitas y normazas al igual que está haciendo el Opus Dei, y está olvidándose y perdiéndose lo esencial, es decir, ver a Dios como Amor Infinito, Total y Absoluto a través de su Hijo Jesucristo.

Mi madre me enseñó esto con sus palabras y con sus actos. Tanto es así, que cuando murió, hace pocos días, pude constatar algo que ya sabía por ella, que amor, con amor se paga, porque mi padre ha sentido y sigue sintiendo un inmenso amor hacia ella, al igual que todos sus hijos entre los que me incluyo.

No hay que olvidar que mientras más se parezca la forma de proceder de la Iglesia, a la forma de proceder del Opus Dei, más creíble será el Opus y menos lo serán los que acusan al Opus de fraude y personalmente, creo que una facción importante de la Iglesia actual, se está pareciendo, por desgracia, cada vez más en su proceder a los de la Prelatura.

PepeG

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