¡Pero Patricio! no se trata aquí de que todos tengamos algo de buenos y algo de malos, algo de listos y algo de tontos, que eso ya lo sabemos. Pero no me mezcles churras con merinas. 

Te comento la parte de tu escrito con la que estoy en desacuerdo: 

En Opuslibros escribe quien quiere, cuando quiere y lo que quiere. Tú mismo opinas que esta web es tan radical como el opus, y Agustina te lo publica, y también publica a quien defiende al fundador y a quien nos llama pandilla de resentidos. Y tú mismo lo reconoces y agradeces la pluralidad.

Aquí se da voz a las más variopintas opiniones; y por ello, porque no solemos estar de acuerdo, tenemos encuentros y desencuentros, aplausos y abucheos, y rifi-rafes que muchas veces concluyen en una mayor información del tema que se debate. Esta diversidad de opiniones constituye, a mi juicio, uno de los mayores atractivos para los que están dentro.

Sigo, que me iba por las ramas. Si escribe el que quiere, lo que quiere y cuando quiere, y el resultado es que un porcentaje de ellos -demasiado alto según tu juicio-, coinciden en que la obra les enfermó, o les maltrató, o les mintió, pues esto no es más que el resultado de las opiniones que libremente aquí se han vertido.

¿O es que preferirías que Agustina hiciera una criba y selección de los artículos que publica, de forma que quede un empate a dos entre las opiniones a favor y en contra?

A ver si me aclaro contigo: tú quieres pluralidad. Ahora bien, tanto la página web oficial de la obra como las sucursales de ésta, supongo que estamos de acuerdo en que son aburridísimas, monolíticas y faltas de ideas. ¡Cor unum et ánima una!

¿Tú te imaginas que en su página web o en la revista “Crónica”, los artículos los escribieran espontáneos, de forma arbitraria, sin cortapisas de estilo y contenido, contando lo que quieren, cuando quieren y como quieren? ¡Jo, entonces sí habría alguien que leyera esas infumables publicaciones!

Una sola voz, siempre la misma copla, no hay otra, no se admite otra. Eso es la radicalidad.

Pero ¿tan radicales unos como otros? Explícame, que no te entiendo. ¿Es radical la moderadora haciendo una página libre? ¿La radical soy yo porque me atrevo a corregir un matiz de tu escrito? ¿El radical eres tú por llamar radicales a los que no escriben lo que tú piensas que deben escribir? ¿O no será que lo que tu echas de menos es que escriban más los que están sólo un poquito en desacuerdo con la obra? ¿Los que están desesperados, pero sólo de vez en cuando? ¿Los que tienen depresión, pero la culpa la tiene el vecino de enfrente? Pues si eso es lo que quieres, anda, consíguelo, querer es poder. Pero no nos eches la culpa, que no podemos inventar nuestros testimonios ni disimular nuestros sentimientos, ni callar nuestra voz ante la injusticia y la mentira, ni dejar de lamentarnos de los efectos destructivos que la obra produce en las personas, para ser un poquito menos radicales.

¿Sabes lo que te digo? Que "Tan radical eres tú como ellos, que ellos como tú”.

Y para acabar, se me ocurre que hagas una prueba: envía este escrito a uno de los innumerables foros propagandísticos opusdeísticos y, en la próxima actualización, nos cuentas lo que ha pasado.

Un cariñoso abrazo,

Dolce far niente