He leído el último escrito de Gillaume,  que me ha gustado mucho y voy a añadir algunos datos sobre las fundaciones de la Beata María Dolores Rodriguez Sopeña. 

En 1901, en octubre, quedan fundadas en Toledo capital, las tres obras que había constituido hace años. La esposa del gobernador civil de dicha ciudad, persona muy religiosa, se volcó con sus amistades para sacar adelante estas fundaciones, dado el gran capital que tenía ella y dichas amistades. Con los años, esta señora, descendiente de los marqueses de Casa Ximénez, queda viuda de su esposo, hijo de otro título del reino. En 1927; deja Toledo y  marcha a Valencia capital, su tierra natal, siendo muy conocida por sus apostolados a favor de los pobres y necesitados, colaborando en las fundaciones de la Beata María Dolores R. Sopeña.  

El 23 de septiembre de 1936, en plena guerra civil, dicha señora, es asesinada junto a toda su familia, por haberse significado mucho en los apostolados católicos. Fue beatificada ella, y sus familiares, dentro del primer grupo de mártires valencianos, por el Papa Juan Pablo II.

Uno de sus hijos, vivía en Madrid, y cuando sus hijas (nietas de la Beata) fueron adolescentes, las llevó a la sede de las Damas Catequistas, de la calle Francisco de Rojas. La mayor tenía 15 años (las Damas Catequistas habían formado diferentes grupos para niñas y adolescentes de la alta sociedad social y económica, en concreto era así en Madrid y fue encuadrada en el grupo de las Teresitas, que presidía entonces la actual Reina viuda de Bélgica, la española Fabiola de Mora y Aragón); sus hermanas más pequeñas fueron encuadradas en el grupo de los Angelitos). Las asistentes eran niñas y adolescentes y recibían formación religiosa del P. Gómez Acebo, SJ. En el grupo de las Teresitas, asistían la Reina de Bulgaria, hijas de títulos del reino, una sobrina de Ramón Gómez de la Serna, etc.. es decir personas de las clases medias altas y aristocracia.

Las Teresitas además de recibir formación religiosa jesuítica, participaban en la Obra Social Obrera de las Damas Catequistas. A las afueras de Madrid, había unos locales, grandes, luminosos, donde acudían a las 9,00 de la mañana todos los domingos del año (excepto en verano), para de modo gratuito, dar clases, cada una según su edad y estudios: cultura general, idiomas, pintura, matemáticas, enseñar a leer y escribir, etc… a los obreros que acudían puntualmente a esos locales.

Esta Institución, desde su fundación se volcó con los más necesitados de la sociedad y sigue haciéndolo.

Artemisa

Continuación