El ministro que nos casó (por parte de la religión de mi marido) nos dio unos muy sabios consejos. En sus 40 años de experiencia, él nunca había visto divorcios causados por la diferencia de religiones entre los contrayentes. En su experiencia, las causas de divorcio eran tres:

1. Por dinero
2. Por infidelidad
3. Por intromisión de los papás

Por tu comentario de que sus papás no van a visitarla desde que viven juntos, quizás por ahí puedan tener problemas.

Sin importar nuestra edad, a todos no importa mucho la opinión que tengan sobre nosotros nuestros papás. Si ella, ya como adulto, batalla en ponerle límites a sus papás y tiene dificultades en poder decirles con respeto: “gracias por la preocupación, tomo en cuenta sus consejos, pero la decisión es mía junto con mi pareja”, entonces puede haber serios problemas en la pareja, porque ya no sería una unión de dos sino de tres o más.

La "madre guapa" se caracteriza por ser muy controladora y no enseñarle a sus hijos a que tomen decisiones por ellos mismos. Quizás esa cultura de control se pueda trasmitir a los supernumerarios (papás) y de ahí que tengas la sensación de que alguien la manipula.

Ahora, mi esposo y yo no tenemos resentimientos ni con la religión que profesamos ni con la religión de nuestro cónyuge. Eso hace más fácil el respeto mutuo.

Mariac nos trajo a la mesa algo interesante: qué pasa si hay resentimiento y por lo tanto rechazo hacia la religión por parte de uno de los cónyuges. (Perdón, Mariac, si me equivoco al pensar que puedas guardar algun tipo de dolor/rencor, pero sí es difícil entenderte, y esa es la imagen que se entrevé en tus correos). En estos casos sí habría problemas porque con el roce diario fácilmente se pueden revivir momentos de dolor del pasado que nos podrían hacernos enojar y tratar de lastimar a quien tengamos enfrente y de ahí nacen las faltas de respeto (el enfado esconde un sentimiento, por lo general de dolor, frustración o miedo. Así es que cuando nos enojemos, lo primero que hay que preguntarnos es ¿cuál es el sentimiento que me produjo este enfado? ¿Cuáles son las veces en el pasado que he revivido este sentimiento bajo circunstancias similares?)

A como se porta el Opus, no es difícil comprender el rencor y rechazo que puedan tener muchos ex-opus hacia la Iglesia Católica o religiones en general. Se entiende y es natural ese rechazo. Pero tampoco tiene que ser el caso de todos. Austral quien, si mal no recuerdo es agnóstico y ex opus, no da la impresión de guardar resentimiento ni tener necesidad de rechazar tan enfáticamente la creencia del otro (me refiero a un rechazo fuerte, no a un discrepar en creencias) por lo que no tendría problemas en casarse por la religión de su pareja porque no tiene impedimentos religiosos, ni tampoco impedimentos por parte de él (no guarda dolor, si lo hubo ya lo sacó).

Mi marido va a misa conmigo y yo voy con él a los servicios en su templo. Pero eso se dio en forma natural por los dos, por un interés mutuo por conocer la religión del otro. A ti te toca analizarte a ti mismo Marcus, si te molesta sus creencias religiosas o no. Tú no puedes cambiarla a ella, ni puedes cambiar a sus papás. Los límites con sus papás los tiene que poner ella, no tu. Así como los límites con tus papás los tienes que poner tu, no ella.

Mucha suerte con tu noviazgo.

Para Mariac:

No entiendo de donde vienen las sospechas hacia el ejemplo de Daniel_M de un matrimonio entre un musulmán y una católica. Conozco varios matrimonios entre musulmanes y católicos. Tengo un pariente que el es católico ortodoxo y ella proveniente de familia musulmana ortodoxa. Ya tienen muchos años de casados y los hijos los criaron católicos. Será prohibido ese matrimonio para los musulmanes, pero ellos se casaron en un país donde no se dan esas prohibiciones. Otra pariente, ella católica practicante no ortodoxa y el musulmán ambos casados desde hace muchos años. Un amigo católico no practicante se casó hace unos quince años con una musulmana en Jakarta. Lo cómico del matrimonio fue cuando el ministro le dijo a mi amigo que tenía derecho a casarse con más mujeres y su esposa trató de impedir que el traductor le informara sobre sus derechos. Muy musulmana, pero no muy convencida de compartir al marido.Así como tienes felices amigas que se profesan católicas y viven con sus parejas antes de casarse sin remordimientos, así también hay musulmanes de todo tipo, los más ortodoxos y los menos.

No es bueno decir las cosas de una manera tan brusca que pueda ser hiriente. No es lo que se dice, sino el cómo se dice. Tu y yo tuvimos la suerte de no haber pertenecido al opus, pero no nos da el derecho de tachar tan bruscamente de traumatizados con lavado de cerebro a quienes sí hayan sufrido esa experiencia. Igual tu o yo pudimos (o podamos) haber pertenecido a ese grupo o un grupo similar.

Las mujeres somos más guiadas por el sentimiento, los varones tienden ser más objetivos (no he dicho que las mujeres no sean objetivas ni que los varones no tengan sentimientos). O como me dijo una vez una amiga psicóloga y agnóstica: “las mujeres somos más complicadas”. No es de acomplejados notar esa diferencia, es una realidad que no quita dignidad ni añade superioridad a ninguna parte sino que nos complementa.

Un abrazo,

Nelli

PS: Les deseo una muy feliz Navidad a todos!