Aún me estaba carcajeando por la lectura del escrito de Satur, porque me imaginé el ambiente que describe y sobre todo la foto, es que hizo partirme de risa el solo pensarlo; procedí a leer el escrito de Janabenito.

Muchísimas gracias Julia [Janabenito] por lo que has compartido con todos, me he identificado con cada una de las afirmaciones que haces, he llorado y no me importó que me vieran llorar, ya me habían visto reír mis compañeros de trabajo al leer lo de Satur, pues me daba igual que se dieran cuenta de lo otro. Y he llorado porque es así, precisamente tal como tú lo describes, cada uno con sus matices, con su experiencia personal, pero con ese denominador común. Me he emocionado al leer tu descripción de ese retorno a la piedad que nos enseñaron a cada uno en casa, nuestra verdadera casa, la de nuestros padres, hermanos y familia toda, en fin, el volver a la normalidad y aunque han pasado los años, todavía quedan rincones por reparar, aunque cada vez menos.

Escribo aún con la emoción contenida, te digo nuevamente ¡muchísimas gracias!. Por supuesto que yo también dejaría de frecuentar esta página que me ha ayudado tanto si  “Opuslibros puede ser la continuidad de lo que se empezó y no se pudo continuar en la Obra”.

Muchas gracias Agustina por poner las cosas en su sitio cuando toca.

Un abrazo a cada uno y a cada una.

Ángel Valdés Estrada