Querido EBE:

Me gustaría aclarar algunos términos en base a tu artículo del pasado 24 de Octubre:

 “La vergüenza era un síntoma muy saludable de que no estábamos trastornados estructuralmente, y de que manteníamos un contacto importante con la realidad. En cambio, con la excusa de “la santa desvergüenza” Escrivá escondía -a la luz de todos, como un mago- su patología –la hacía pasar por virtud, como un mago-, su psicopatía, su ausencia de vergüenza.”

Si nos basamos en hechos de cómo el Opus funciona, por desgracia, se observa que actúa como secta (duélale a quien le duela). Cuando se habla de sectas, por lo general se encuentra con un narciso a la cabeza, así es que en base nada más a este principio, la alta probabilidad de un trastorno severo de personalidad del fundador no es tan descabellada y de ahí me voy a basar...

Vergüenza Vs. Culpabilidad

En Febrero del 2010 traté de explicar en “Trastorno Narcisista y el Opus Dei” de cómo las personas desarrollamos empatía gracias a nuestra mamá/nana quienes nos ayudaron a regular la vergüenza (proceso necesario para desarrollar la conciencia). Quienes sufren de falta de empatía (psicópatas, para seguir con la terminología), tienen una vergüenza muy grande hacia su persona, provocándole problemas emocionales. Lo que tienen ausente es el sentimiento de culpabilidad, sentimiento, que por muy grande que se tenga, no produce trastornos psicológicos (la culpabilidad bien entendida, madura).

La diferencia entre las dos es la siguiente:

 La culpabilidad dice:                             La vergüenza dice:

-He hecho algo erróneo                       -Hay algo erróneo en mi

-Cometí un error                                 -Yo soy el error

-Lo que hice no estuvo bien                 -Yo no soy bueno”

Bradshaw (1998)

Como todo narciso, Escriba tenía la vergüenza impregnada dentro de su ser, tenía vergüenza de ser él. Si se tiene vergüenza de ser quien se es, entonces ya no hay razón para desarrollarse como persona y lo “mejor que se puede hacer”, es encubrirse a sí mismo con una falsa personalidad que impresione a la sociedad.

En base a hechos (no lo que pregona), puede observarse que el objetivo de la madre guapa NO es el de realizarse a sí misma (realizar la Obra de Dios en la Tierra) sino que su objetivo es el de dar una buena imagen de sí misma:

-No importa que los numerarios no tengan vocación, lo que importa es que sean muchos

-No importa hacer caridad con los pobres, lo que importa es impresionar a los que van a pitar y/o hacer donaciones

-No importa obedecer las leyes de Dios, lo que importa es quedar bien con el Vaticano

-No importa dañar a las personas, lo que importa es callarlas porque la “ropa sucia se lava en casa”

-No importa que todos seamos iguales ante los ojos de Dios, lo que importa es que las personas con buena educación y presencia social sean los numerarios “elite” que dirigen “a los de abajo” etc.

Opusleaks nos trajo un muy buen ejemplo de esto en su escrito del pasado 7 de noviembre, donde se expresa en el informe opusino que es muy importante que “la metida de pata” del supernumerario no afecte la reputación de la obra.

Este también fue el objetivo del fundador; su “realización personal” recaía en la imagen que proyectara:

-“Cualquier amenaza a que su persona o su obra no fuesen vistas como algo perfecto lo enfurecía y taimaba” (Vadovia, Que Personalidad! Que Pena! Pero detengan la locura).

-“Verle y tratarle, contarle, etc., es por encima de todo, cuidar una delicadeza y admiración extrema. En una tertulia, por ejemplo, a la que asista (son las únicas ocasiones prácticamente de tratarle), lo importante (dicen) es dejarle hablar; antes debe haberse consultado lo que se le va a contar o preguntar, cómo y de qué manera.” (María Angustias Moreno, Anexo a una Historia)

-Se compró un titulo de marquesado (Jesús Ynfante, Génesis y Desarrollo de la Santa Mafia)

-Se cambió el nombre en más de una ocasión y sin motivo aparente (Joan Estruch, Santos y Pillos)

-“El fue el que dijo a uno de sus más íntimos colaboradores que pidiera en el Congreso General que el saludo oficial al Padre fuera con la rodilla izquierda en el suelo y besándole la mano. Petición que también se hizo en el Congreso de la Sección Femenina y que fue recibida con grandes aplausos en su presencia. (Rosario Badules, Se habla de sus virtudes heroicas, cuales?)

-Siendo Joaquín Ruiz Giménez embajador ante la Santa Sede, coincidieron en algún acto de la Embajada y el embajador le saludó diciendo: "¿Qué tal padre Escrivá?". No podía soportar que le llamaran padre Escrivá, había que decirle solamente Padre o Monseñor Escrivá. Desde entonces no podía soportar a Ruiz Giménez” (Rosario Badules, Se habla de sus virtudes heroicas, cuales?)

Las personas quienes basan su esencia (su yo) en vergüenza, tienen dificultades en mantener relaciones íntimas con los demás y suelen ser controladoras, rígidas y perfeccionistas. Y mientras que en una sociedad abierta hay ocasiones en que se utiliza la culpabilidad como herramienta para hacer cambios sociales (erradicación de la discriminación, por ejemplo), la vergüenza es una herramienta utilizada por los abusadores para hacer que la víctima se sienta que no es lo suficientemente buena y/o capaz causándole frustración y humillación, evitando así, que pida ayuda fuera del grupo. Dependiendo del grado de abuso pudiese llegar incluso a genocidios (¿Holocausto del yo?)

Responsabilidad de Escriba

Que Escriba tratara de hacer que sus hijos fueran como él, en eso estoy totalmente de acuerdo. Esta es una de las manifestaciones de sus problemas psicológicos. Mas que argumentar que la vergüenza sentida por los miembros era un síntoma saludable, yo cuestionaría si es la prueba de que, a quien imitan y siguen los miembros del opus, es al fundador en lugar de a Dios (patrolaría).

Por lo general, los diagnósticos de personas que sufren de desapego severo suelen ser co-mórbidos (diagnósticos adicionales). Pero yo dudo mucho que el famoso 2 de Octubre se trate de un episodio psicótico. Los psicópatas, muy raramente son psicóticos, y aunque hay veces que tienen comportamientos que parecen serlo, en realidad no son eventos psicóticos. El “Santo Pillo” tanto ocultó y cambió lo que se supone vio el famoso día, que no pinta para excusas. En el momento en que se tiene que ocultar el comportamiento es porque hay conocimiento de que lo que se hace está mal y puede haber repercusiones sociales. Ahí, no se puede argumentar demencia.

Un abrazo,

Nelli

Healing Shame, Robert D. Caldwell M. Div (Healing Shame)