AMDG :
En los últimos días hemos podido leer diversas críticas a la última carta del prelado. Todas contrastan el contenido de esa carta, con la realidad conocida de la dirección espiritual en el Opus Dei. Y los críticos concluyen que el Prelado estaría faltando a la verdad. Mi pregunta es, ¿realmente está faltando a la verdad?
Podemos considerar que el lenguaje tiene diversos usos. Un uso asertivo o descriptivo; uso prescriptivo o directivo, el uso expresivo, y el uso realizativo u operativo.
Si el prelado Echevarría hizo un uso descriptivo en su carta del 2 de octubre, las críticas recibidas en esta web serían correctas. Habría faltado a la verdad, pues es de sobra conocido por ex-miembros y miembros la realidad de lo que él afirma en su carta.
Ahora bien, si el prelado Echevarría hubiese efectuado un uso prescriptivo del lenguaje en su carta ¿Serían correctas las críticas?
Con un uso prescriptivo del lenguaje, el prelado estaría estableciendo una nueva realidad jurídica en su prelatura, la forma de dar y recibir la dirección espiritual. Al ser nueva, y a la vez no poder romper con lo recibido por el Fundador, el prelado necesita presentarla pareciendo que no "rompe" con lo anterior. Como si siempre hubiera sido así.
Esta necesidad en la forma de presentación, vendría también justificada por lo que se pudiera pensar en el resto de la Iglesia Católica si se supiera como el Opus Dei realizaba la dirección espiritual.
El Prelado estaría realizando dos cosas a la vez, corrigiendo lo que estaba mal en el Opus Dei y a la vez, protegiendo al propio Opus Dei de la "mala fama" que surgiría de saber los demás lo que estaban haciendo mal: la dirección espiritual.
Aunque siempre será críticable que se falte a la verdad, incluso aunque el fin principal sea proteger a la Obra; lo que si sería aceptable es que, por fin, el Opus Dei se adapte a lo establecido por la Santa Madre Iglesia.
Quizá lo que un miembro del Opus Dei afirmaba en una carta del 21 de octubre sea cierto, que esta carta haya que tomarla "con esperanza". Con la esperanza de que algo se ha purificado en el Opus Dei. Que algo que desde décadas atrás no se estaba haciendo bien, por fin se ha corregido.
Esto si sería positivo y para dar gracias a Dios, si realmente se ha corregido la desviación doctrinal y práctica de la dirección espiritual en el Opus Dei. Que cese de una vez y para siempre, las vulneraciones a la intimidad de sus miembros.
AMDG
Publicado el Monday, 24 October 2011
|
