Hay algo que me hace intuir que Vallelaencina es solamente un ser virtual. Para mí ella no está en el Opus Dei. La forma como se expresa no tiene sentido en una persona que dice pertenecer al Opus Dei. Por otra parte, ¿cuál es el objetivo por el que según ella permanece dentro? Con qué motivos nos cuenta que ahora no entrega todo el sueldo a la caja de su casa, en otro correo nos contó cómo ayudó económicamente a otra persona que ya no era de la Obra cuándo ésta se encontraba sin un céntimo: abriendo el monedero y entregándole lo que había sacado de caja ese día.

Me gustaría saber qué hace con la otra parte del sueldo que no entrega, ¿lo pone en el banco?, ¿lo invierte? ¿se compra cosas? Qué destino tiene ese dinero. No tendría que preguntar esto porque tratándose de cualquier otra persona, que haga lo que quiera, pero se supone que Vallelaencina tiene unos compromisos con el Opus Dei, sigue siendo numeraria.

Su manera de escribir, grotesca para mí, revela la falta de un mínimo de delicadeza que se supone tendría que tenerla puesto que, según ella tiene muchos años en la Obra, ha ocupado cargos de dirección casi toda su vida, al mismo tiempo que le sobra “sentido real y aún no ha llegado a tales niveles sobrenaturales”. Ella se da cuenta de todo, lo sabe todo, tiene mucha experiencia y además es muy lista. Se atreve a criticar (aunque tenga razón) con desfachatez al Prelado y a los demás fieles de la Prelatura, expone sus motivos y razones con demasiada seguridad. En su Centro acostumbran a comentar en la mesa sobre los aciertos y desaciertos del sacerdote de turno en la meditación que hubo esa mañana… me parece que es demasiado, no me lo termino de creer.

He expuesto esta idea sin ánimo de ofender a nadie, ideas que se basan en un escrito que me ha llevado a reflexionar.

Calandria