Estimados Orejas y Dionisio

A mí no me parece que el tema sea "impertinente" en la página. Yo no he aprendido tanto de los libros como de la experiencia, del drama que he vivido. Y ese drama ha sido 20 años en el Opus Dei muy convencida de estar haciendo "el mayor bien que se podía pensar" a la humanidad, recordando a san Anselmo, ya que estamos con filosofía.

Sin ocasión de diálogo no hay filosofía, no sirve de nada leerse miles de libros si no se puede hablar de ello con alguien que se interesa, pregunta y responde. Es uno de los problemas hoy de la filosofía, la gente que ha estudiado esta carrera se pierde con la erudición, los que no somos tan eruditos estamos encantados de escuchar y leer a quien sabe más. Pero la filosofía en su origen no es erudición sino cuestionamiento, curiosidad, descubrimiento. Y es la madre de todas las ciencias y saberes...

Sobre tus cuestiones Dionisio, efectivamente estás muy "aristotélico tomista" con tus preguntas. Hoy nadie se cuestiona la esencia de nada, del hombre en especial, las esencias se han quedado para la perfumería. Distinguimos un hombre de una oveja, y podemos dar la definición de persona Boecio o la de hombre de Aristóteles. El problema es ¿a dónde vas con esa definición? es lo que apunta Ramón en su mensaje

Las diversas ciencias naturales (biología, la fisiología y las neurociencias) cavan sus túneles por un lado de una inmensa montaña, el antropólogo, el psicólogo, y el filósofo cavan por otro lado. Puede que un día las ciencias naturales y las ciencias humanas se den la mano en los puntos de unión de los túneles que cada una de ellas ha comenzado a cavar desde su propia ladera en la montaña de lo desconocido. La comparación es de Jung, y el hombre es esa montaña desconocida. Siendo nosotros mismos, somos un misterio.

En mi salida del Opus Dei me han pasado cantidad de cosas. Ha habido mucho sufrimiento y desengaños. Todos tenemos que pasar por esa fase de crecimiento personal para dejar de ser niños. En el Opus era muy lectora, pero no me habían dejado la oportunidad de vivir por mí misma. Sin esa experiencia personal que me faltaba había muchos libros que no podía leer porque no los entendía.

Volviendo a la pregunta ¿qué es el hombre? ahora mismo tengo una definición en la cabeza que se me acaba de ocurrir y prefiero no darla porque es muy pesimista y deja en mal lugar a la humanidad. Tú mismo puedes hacer tu propia definición al hilo de tu propia experiencia de la vida. Quizás esa es la modernidad filosófica, dejarnos de definiciones y darnos cuenta de que el poder de nuestro pensamiento individual es mucho mayor de lo que estamos dispuestos a admitir, y de lo que desgraciadamente hoy, las autoridades eclesiásticas están dispuestas a admitir.

El pensamiento lo hizo Dios, y a Dios no le molesta que la gente piense, por lo menos el Dios en el que yo creo no dice "no pienses".

Es muy raro que a los "representantes" de Dios en este mundo les moleste el pensamiento, cuando es un distintivo muy claro de la especie, y si estamos dentro de una religión en la que tenemos fe en que Dios nos creó no se comprende esa desconfianza hacia el pensamiento libre...

En estos años yo no he encontrado la esencia del hombre ni sobre la felicidad ni sobre el alma, pero entre vivencias, lecturas, conversaciones con gentes variadas, con amigos.... me parece que sé algo más sobre el "comportamiento humano", y que este saber que he adquirido golpe a golpe es mucho más útil que si digo a lo Boecio: "sustancia individual de naturaleza racional".

Te concreto un poco más. Cuando salí del Opus Dei sufrí un acoso laboral brutal. Necesité un abogado, pero al mismo tiempo me ilustré sobre el aspecto psicológico de la cuestión. Cómo y porqué se llega a las situaciones de acoso, qué condiciones sociales y laborales lo favorecen, cuáles suelen ser los perfiles de personalidad del acosador y acosado.... Si no me llega a pasar eso jamás en la vida se me hubiera ocurrido coger un libro de psicología y no habría aprendido nada en ese aspecto.

He ido leyendo a raíz de lo que me ha ido pasando los libros que necesitaba.

He tenido conversaciones largas y tendidas con personas que me apreciaban, a las que considero grandes amigas. Y ese calor humano que nunca tienes en el Opus Dei, esa confianza de que estás contando algo a alguien que te respeta ha sido fundamental para poder aprender. En el Opus Dei nadie me tomaba en serio. Era un individuo de la especie, con ADN humano como dices tú, pero no era persona. Yo veo una diferencia notable. Soy la que siempre tenía que haber sido de no haber caído en el sectarismo. Los otros nos hacen ser, otra enseñanza de la vida, que a lo mejor no viene en los libros de filosofía Pero yo la he sacado de mis vivencias.

Por otra parte también la experiencia Opus Dei me ha llevado a excavar en la historia de mi país, ¿cómo es posible que España haya alumbrado semejante monstruo y que estemos todos tan contentos con él? y leyendo sin parar historia de España en especial del siglo XX he podido saciar mi curiosidad y a la vez reconciliarme con mi patria. Porque vaya engendro que hemos dado al mundo...

Otro campo de curiosidad a raíz de la salida del Opus Dei, la teología, la historia de la Iglesia. Abundantes son los autores con perspectivas mil veces más abiertas que las opusinas. También me he dado cuenta de que en el Opus te meten el miedo a la herejía y a la condenación, eso es diabólico. Conocer la "verdadera historia de los dogmas" da mucha tranquilidad.

Jesús no vino al mundo a plantearnos cosas difíciles e imposibles al pensamiento. Incluso en la valoración desquiciante del celibato hay algo de paganismo, que a las alturas que estamos dar tanta importancia a estas cosas no demuestra sentido religioso de la existencia, sino ganas de poner trabas para "hacerse el importante" y el "diferente". Y para obligar a la gente a pasar por los aros que uno quiere, pero tampoco esa es la fe de la Biblia. Ponerlo difícil con normas, eso no es fe.

La vida tiene de por sí suficientes pruebas que plantean la cuestión de la fe.

Cada libro te habla si de verdad lo necesitas.

No sé decirte qué es lo que ahora necesitas para "evolucionar" y ensanchar tu base aristotélica, quizás preguntarte más y buscar por tu cuenta lo que de veras te interesa y "te habla". Como no te conozco ni sé de tus vivencias es difícil dar consejos.

Me ayudó mucho Todorov, "La vida en común".

Para la historia de la ciencia un libro cargado de humor "Una breve historia de casi todo".

"Clérigos" de Drewermann para quien no le dé miedo la psicología profunda, te informa sobre los oscuros mecanismos de nuestra psique que nos echaron en brazos de la "vocación al Opus Dei".

Y para la filosofía, "Aprender a vivir" de Luc Ferry. Sin erudición, con sencillez y belleza explica la historia de la filosofía.

Es difícil definir la felicidad o el hombre, pero tenemos sobrados ejemplos de los comportamientos que no hacen felices a la gente.

Otra conclusión intelectual y profesional de la experiencia "Opus Dei, entrada y salida": Me doy cuenta de la enorme responsabilidad y dificultad de quien tiene que educar, respetando la personalidad del niño, el crecimiento en libertad, sin proyectar los propios fallos en él. Sin delegar en otros lo que uno mismo no tiene ganas de hacer, comprendiendo que tu hijo es una persona, un ser humano que con el tiempo va necesitando su espacio y su autonomía.

Ana Azanza