Durante el proceso de canonización de s. Josemaría cuatro censores teólogos estudiaron sus escritos: dos censores los escritos publicados y otros dos los inéditos. ¿Quiénes fueron estos dos últimos censores? ¿Cuáles fueron los escritos que estudiaron? Esos escritos inéditos, hoy en día, ¿son públicos? Si lo son, ¿cómo se pueden consultar? ¿Son públicos los "Artículos del Postulador" y la "Positio super vita et virtutibus"?

Soy de la opinión de que la Iglesia cometió un error al canonizar a s. Josemaría: no se puede poner como ejemplo de vida cristiana a alguien que incumple tanto la ley natural (por ejemplo, privando del derecho a la intimidad a los miembros del Opus Dei) como las leyes de la misma Iglesia (por ejemplo, las normas canónicas sobre la dirección espiritual y la confesión). Y esto durante gran parte de su vida, y sin, al parecer, haberse arrepentido.

Por otro lado, también opino que la Iglesia no impone la obligación de creer en dicha santidad (ni en ninguna otra, excepto en la de la Virgen), ya que el hecho en sí de que s. Josemaría esté o no en el cielo, o haya pasado o no por el purgatorio, no tiene ninguna trascendencia para mi propia salvación, ni tiene nada que ver con "la Fe y la moral", que son las materias acerca de las cuales la Iglesia puede realizar definiciones "de Fe". En este sentido, la canonización de s. Josemaría habría que entenderla en el sentido de que las cosas que hizo el santo y de las que no se haya arrepentido (s. Agustín hizo muchas cosas que no conviene imitar), son adecuadas para alcanzar la salvación. Pero, y esto es importante, solo en el caso de hechos conocidos -y juzgados- por la Iglesia. De ahí el interés que tendría conocer tanto la vida como los escritos que la Iglesia ha considerado a la hora de declararlo santo.

Por ejemplo, no es posible que la Iglesia apruebe la meditación "El Buen Pastor", donde s. Josemaría trata a los sacerdotes católicos que no son del Opus Dei como malos pastores y "ladrones y salteadores" para los miembros de la prelatura. Y donde también reconoce que los miembros del Opus Dei deben contar sus pecados fuera de la confesión, a sus superiores laicos.

alfonso_pm