Hola a tod@s.

Quiero pediros un poco de vuestra atención para leer, aunque sea el fruto de mi más absoluta ingenuidad, algunas reflexiones sobre esta hermosa, contundente y valedera declaración de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. A medida que mi conocimiento del funcionamiento del Opus iba en aumento, aumentaba también la consatación de la evidencia del incumplimiento de los derechos aquí promulgados. No pretendo ser exhaustiva en mi relato, al contrario quisiera que este fuera tan sólo el acicate que pusiera en marcha el descubrimiento y posterior narración de las violaciones que en cada una de las personas que hemos estado en el Opus, se han producido. He aprendido, con el tiempo, que las cosas buenas se anuncian y las no tan buenas se denuncian. Y esta es mi humilde pero decidida propuesta. Denunciemos, cada uno con nuestras palabras y experiencias. Recojamos y aunemos nuestras vivencias basadas muchas, en el sometimiento personal fruto de la coacción, en el que se merman o anulan tales derechos promulgados. Dirijamos esta colecta a quien puede y debe entenderla: en primer lugar al Vaticano. También las instituciones jurídicas. ¿Cuál es el objetivo? Si con ello conseguimos que ni una persona más sea sometida a esta coacción, me daría por satisfech@...

Si hemos nacido libres: ¿Por qué en la Obra no se respeta la verdadera libertad, fruto de la verdad? ¿Por qué la mal entendida obediencia ciega, falta de posibilidad de razonamiento, acostumbra a coartar y sesgar la verdadera libertad personal?

Si el hombre está dotado realmente de razón y conciencia y estas son libérrimas, ¿Por qué no se respetan en el Opus Dei? Realmente en el Opus se predica la individualidad de LA CONCIENCIA, pero a efectos prácticos todos, o casi todos sus miembros, son víctimas de la colectivización de una conciencia abstracta dentro del macroengranaje de la institución. Parece que en el Opus Dei se está actuando casi como en la manipulación colectiva de LAS CONCIENCIAS. Y en la historia hay no pocos ejemplos de desastres a los que se ha llegado con estos métodos. Creo que no sólo se trata de COACCIÖN (que desde luego nada tiene de santa) sino de clara manipulación colectiva.

¿Acaso los miembros del Opus están exentos de razón y conciencia y por ello su fraternalismo sólo se puede expresar en una retahíla de correciones de cosas externas y no se puede basar en el verdadero amor fraterno que nos predicó Jesucristo?

¿Por qué los derechos personales, en los miembros de la Obra no son iguales entre ellos sino que su prevalencia depende de categorías? La sistemática y la taxonomía, así como las jerarquías ven bien para la clasificación de cosas, animales, plantas, pero no son aplicables a las personas, pues todas ellas, como hijas del mismo Dios, poseen los mismos derechos e igual grado de dignidad. Han sido creados a imagen y semejanza divina, y por ello, así como a Dios no se le puede clasificar ni se le pueden aplicar categorías, así a sus hijos se les debe respeto en cuanto a personas portadoras de ideas. Ideas que pueden y deben ser propias y no simples imitaciones o repeticiones de modos de hacer. Cada persona es y debe ser capaz de crear historia propia. En eso nos distinguimos de los seres irracionales. Cada persona debe vivir su vida con sus capacidades. El fraternalismo puede prestar ayuda en esta vivencia pero no puede ni sustituirla ni alienarla.

Declaración Universal de los Derechos Humanos.


Perladealdriatico

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