Gracias Novaliolapena por tu testimonio. Hemos leído tus escritos en los que, con paz y serenidad, comunicas tus experiencias. Jamás he leído en estas páginas un conocimiento tan profundo de Opus Dei desde el punto de vista de un alto cargo directivo. La mayoría de las víctimas que todavía siguen dentro deberían tener este conocimiento y esta paz, a la vez que saber y tener conocimiento de dónde se han metido.

Habrás leído unas cartas [1 y 2] a nuestro hijo numerario. Este hijo nuestro es una de esas personas que, estando dentro, no puede ver la realidad. Su familia de sangre sufrimos, como padres y hermanos, como católicos firmes. Aunque eso es así, necesitamos como el que más de la Divina Misericordia pues somos pecadores. Con eso queremos dar a entender que no nos creemos superiores a nadie.

Cuanto más tiempo pasa más sufrimos, pues día tras día nuestro hijo empeora como persona, como hijo y nos atrevemos a decir como católico. Ya sus propios hermanos lo desconocen. Él desprecia y considera poco o nada bueno aquello que procede de su familia natural. Verás que han empezado a darle fármacos.

Estamos altamente preocupados. No creemos que la Obra sea cristiana. ¿Cómo hacer para que él vea la realidad y sea consciente de la falsedad de la vocación que le han creado?

Gracias por tu ayuda. Puedes pedir nuestro mail a Agustina.

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