Hace unas semanas en esta web se lanzó la pregunta mágica: “¿volverías al opus?”

Ayer, por cosas de la vida, ordenando mi desordenado ordenador, me encontré con un archivo de esos de lectura cultural, Who Moved My Cheese? (Quién robó mi queso?) de Spencer Johnson. No hizo falta que lo leyera nuevamente, bastó con repasar el título y acordarme de la Estación de Queso C y el exquisito manjar que allí había. Es curioso e incluso irónico que un libro de esos para chicos de san rafael haya sido en estos días una buena referencia para afianzarme aun más en mis convicciones. Me pregunto cuál era el propósito por el cual el opus difundía dicho libro y el porqué en los últimos 5 años ha sido olvidado.

Sin ánimos de ofender, quiero lanzar una pregunta al aire a los lectores de esta web, con quien te identificas? con Fisgon? Escurridizo? Haw? Hem?

El opus fue mi Estación de Queso C por mucho tiempo, me ofrecieron algo que en un momento necesitaba. El opus sabe hacer eso, a cada uno le vende un producto diferente. Conoce el alma abierta de los que inocentemente se acercan. El opus conoce nuestras debilidades, anhelos, punto flacos y puntos gordos. Allí está el opus que te ofrece lo que más necesitas como carnada. Para algunos será subir prestigio social, para otros será un hogar, para otros quizá la plataforma apostólica de alma cristiana y para otros será una palanca profesional. En cualquiera de los casos, la carnada solo dura el tiempo del enamoramiento. De allí en adelante todo es un plano inclinado para abajo. Más adelante me gustaría escribir sobre las carnadas que usa el opus.

He leído por aquí que algunos de dentro dicen, el opus cambiará; a la muerte de este prelatísimo las cosas mejoraran; ya se han hecho cambios, es cuestión de tiempo, una generación más, etc., etc. La verdad yo me cansé de esperar que la Estación de Queso C cambiará el queso rancio por uno más fresco o al menos comestible. Las pocas raciones aun por comer allí deben ser compradas a un precio muy alto, pasando por encima de tu familia de sangre, de tu dignidad de persona, de tus valores y convicciones morales y éticas.

Hoy puedo decir con alegría que me he aventurado a cambiar y moverme. Sigues en la Estación de Queso C? Te deseo suerte que puedas seguir comiendo ese queso rancio, y sigue a la espera del cambio. Yo por mi parte voy por los laberintos de la vida. Y ya para terminar te lanzo una última pregunta, no la hago yo. Haw nos pregunta, What would you do if you weren't afraid? Qué harías si no tuvieras miedo?

Naranjas dulces

PS.- El que no cambia se extingue, muévete con el queso!