Estimadas adscritas:

Supongo que otros también contestarán, pero la respuesta a vuestro mensaje es simple: sí, ha ocurrido siempre así.

En una ocasión llamé a un numerario de mi confianza porque alguien que yo conocía de referencias yacía moribundo de un tumor cerebral. Le dije que esa persona estaba sola en Madrid y que era un cooperador (del norte de España, trasladado para su tratamiento) de muchos años en contacto con la Obra. Le pedí que alguien le fuera a visitar, para acogerle espiritualmente en un trance semejante. La respuesta fue rotundamente que no, que la Obra no está para eso, que esa es una tarea de la que no tiene por qué ocuparse nadie más que sus familiares. Así fue.

Oficialmente la respuesta a vuestra pregunta es que a título personal cualquiera puede hacer lo que sea por los demás, pero no con el apoyo de la Obra. Aquí se cae en una contradicción, ya que como el apostolado de la Obra es dirigido (así se enseña desde el minuto uno) nunca va a ser dirigido precisamente a algo que no sea de interés proselitista.

Si sois adscritas con un corazón de oro y preocupadas por los demás hasta tal punto de dar vuestra vida en aquellas tareas en las que el mundo os necesita, os habéis equivocado de institución. En la Obra solo se vive para, por y según la Obra, fuera de ese círculo, simplemente no interesa. Así de sencillo.

En las cartas del Padre solo se hace referencia a las desgracias en otros países solo y solo si hay centros de la Obra, para decir además que están todos bien. En casi veinte años en la Obra, nunca vi referencia alguna a tragedias humanas colectivas.

Espero haberos contestado.

FletcherChristian