Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Toda una vida relacionada con esa gente (4).- Vampi

078. Supernumerarios_as
vampi :

 Toda una vida relacionada con esa gente (4)

 Vampi

Hola a tod@s,

Aquí de nuevo sentada, intentando seguir con mi historia.

Antes de nada… Gracias Mariana, me ayuda mucho y me da fuerzas para seguir escribiendo, el saber que se me lee ya que quizás he empezado desde muy al principio, supongo que para poneros en situación de todo lo que sigue pasando alrededor mío con respecto a la obra, porque como ya dice el titulo “Toda una vida relacionada con esa gente”, toda una vida destrozada que todavía me sigue haciendo daño y cada día más.

Siento mucho el dilatarme tanto en el tiempo hasta llegar a hoy día, que es, creo, cuando más se están metiendo en mi vida a través de mi hermana (numeraria) y por supuesto mi madre(super), pero me gustaría seguir contando desde donde me quedé en el último escrito, ya que a lo mejor alguien se puede sentir identificad@ conmigo, como yo me he sentido, al leer numerosos escritos y pueda abrir los ojos, o bien que le sirva de apoyo y a la vez, por qué no, alguien me pueda seguir resolviendo tantas dudas que todavía me siguen rondando, Tengo que decir que ya muchas veces no sé si las cosas que veo y acontecen a mi alrededor son imaginaciones mías, o es la pura realidad (son tantas las cosas que esconden…) y por supuesto son tantas las secuelas que dejan…



Voy leyendo vivencias de los que estáis por aquí en la web y ver si le encuentro explicación a las cosas que van haciendo mi madre y mi hermana, a algunas se las encuentro y lo he pasado realmente mal viendo que todo lo que se me contaba sobre el opus, sobre las vida de las numerarias, no eran invenciones de la gente de fuera (como ellos dicen), quizás es demasiado doloroso para mí el ver cómo mi hermana pequeña (a la que medio crié), está pasando por ese infierno y lo que realmente me preocupa y agradecería que alguien me sacara de dudas, es que si mi madre siendo supernumeraria, está al tanto de las cosas que tiene que hacer su hija.

En estos momentos, bueno, antes de empezar a meterme por aquí (que no hace mucho), estaba despegada del opus, a ver si me explico. Lo vivo día a día, ya que ellas dos están dentro pero había como pasado un poco de preguntar, de informarme… ya que lo veía una batalla perdida, pero ahora al ver que tantos habéis podido salir, al ver que no es imposible (como yo creía), quizás, me he ilusionado pensando en cómo poder sacarlas de ahí, y si no es así por lo menos que la guerra que me están planteando (guiada por ellos), salga lo menos dañada posible.

Volviendo a mi historia. Cuando recién casada y con dos bebés me metí ahí, intentando (supongo que como todos) encontrar la paz y la felicidad y viendo que en vez de paz, lo único que pasaba eran los problemas con mi marido por intentar engañarlo y el desasosiego que ello me producía, ya que no conseguía nada positivo con respecto a él y al opus y eso me traía en un sin vivir. Como sin vivir me traía cada vez que tenía que hablar con la dire en cuestión y que me abriera la agenda y siguiera preguntándome cosas sobre mis amigas, conocidos, etc…

Eso me traía de cabeza ya que, anteriormente, había vivido el acoso de mi madre hacia nuestros conocidos, entonces, cada vez que me señalaban a alguien de mi entorno para llevarlo a una de esas charlas pues… se me caía la cara de vergüenza y no era capaz de hacer tal cosa.

No me decían que llevara almas, como he leído en otros casos, sólo me decían y muy psicodélicamente, que las llevara por el club pero yo no era capaz, eso sí, si me decían: “tienes que llevar a alguien a tal sitio o tienes que organizar una merienda en tu casa”, yo estaba siempre dispuesta a todo, siempre y cuando no tuviera que meter a nadie conocido.

Siempre estaba dispuesta, aún en contra de mi marido, a prestar mi coche, a irme con la cámara de fotos o de video y dejarla a su servicio, yo que sé, cosas que realmente no me costaba mucho hacer, ya que siempre he sido lo más servicial posible y ni mucho menos por aquello, entonces no lo veía como un abuso (ahora sí, claro).

Esto, ya digo, lo único que empezó a traerme fueron problemas en mi recién estrenado matrimonio y como siempre, ellos le pusieron solución. El caso de NVLP puedo ratificar que no es el único, como ya hemos visto con más gente. Me dijeron que estaba pasándolo mal con mi matrimonio porque éramos muy jóvenes e inexpertos, y que lo que necesitábamos era a alguien que nos orientara en cómo llevar la vida matrimonial (ahora pienso que no sabían cómo hacer que mi marido entrara), entonces me indicaron que había una señora y un señor, psiquiatras, que se dedicaban a orientarte, por cierto familiares del famoso Dr. Rojas.

Mi marido tan sólo fue una vez y se negó por activa y por pasiva a volver por allí, pero no sin antes empastillarnos a los dos y pasarle la factura de las sesiones a mi señora madre, como se había acordado (era la condición que ella nos había puesto). Él no tomó pastillas pero yo me hinché. Claro, la que estaba viviendo una farsa y la que le mentía continuamente a su marido y no tenía fuerzas para nada, era yo.

Ah, tengo que decir que mis charlas fraternas ya no me las llevaba mi seño de entonces (la que me metió), me pusieron a una tipa que me presentaron y que de la noche a la mañana, joe, sabía todo sobre mi vida y por supuesto no le daba ni el más mínimo reparo en preguntar cosas. ¿Qué puedo decir? Que no me gustó un pelo y creo que por ahí empecé a abrir los ojos. Yo no sabía que eso era una charla fraterna ni que tuviera obligación de hacerla, simplemente se ponían a ello y yo, mojigata, pues accedía pero a mí nadie me había explicado. ¿¿Quién narices se creía esa para abrir mi agenda y empezar a preguntarme cosas intimas¿¿?? ¿Es que no les da vergüenza?

Por supuesto, seguía con mi vida en la obra y recuerdo que me pasaba el día colgada de un rosario porque, ¡¡por Dios!! no te da tiempo a rezar y leer tanto teniendo otras obligaciones, jeje, ahora comprendo por qué mi madre madruga tanto.

Mi salida de allí no fue nada espectacular ni problemática… ah, puedo decir que me quedé de nuevo embarazada (¡¡ese método billing tan estupendo!!).

Recuerdo que un día me llamó la numeraria en cuestión y me dijo que al día siguiente por la mañana tenía que ir a un curso para supernumerarias. Yo le dije que por supuesto.

El problema estuvo en que yo tenía dos enanísimos y la peque era una llorona nocturna, y no pegaba ni ojo. Recuerdo los consejos de mi abuela que me decía: -¡¡hija mía!! no puedes seguir así, aprovecha las horas en que la niña duerme para descansar tú… pero, claro, ¿cómo lo hacía? Tenía al otro con 15 meses y ésta con un par de ellos y las demás cosas. Voy al grano, esa noche en particular, la nena no paró, tenía el sueño cambiado, (la puñetera) pero quizás fue ella la que me salvó porque, cuando amaneció y se quedó dormida, imaginaos, yo caí redonda. Claro, hay que decir que también las pastillas hicieron su trabajo… así que no fui a tal reunión con lo cual antes de medio día me volvieron a llamar en un tonito bastante alto, como regañándome, de que por qué había faltado. Ilusa de mí. Les conté la verdad: me he quedado frita. -¡¡¡PERO POR DIOS, QUE FALTA DE ESPIRITU ES ESE!!!, esas excusas no valen, ¡es pecado! ¡¡¡es pereza!!!. Las narices: es agotamiento.

Otra voz a través del teléfono me informó que a la 16:00h había otra reunión a la cual no podía faltar. Mi respuesta: A ver, ¿cómo voy a ir si mi marido llega a comer a la 15:30h?

Numeraria: Pues mira mona, apáñatelas, ponle la comida y te vienes.

Yo: ¿Y qué le cuento? ¿Y cómo lo voy a dejar comer solo y con los enanos?

Numeraria: Te inventas algo pero no puedes faltar.

Yo me quedé patidifusa, me vinieron los recuerdos de cuando mi padre contaba que mi madre le dejaba la comida en una esquina de la mesa y que se quedaba solo y recordé la frustración que eso le producía. ¿Cómo iba a hacer yo lo mismo que mi madre cuando tanto la había criticado? ¿Estaba yo acaso siguiendo los mismos pasos que ella¿?

Pero como no paran de repetirte que el demonio se sirve de los que estan fuera para ser nuestras tentaciones hacia el pecado pues… ¡¡¡por favor!! Yo ya veía a mi marido como un endemoniado. ¡¡Es horroroso!!

¡¡¡MADRE MIA, QUÉ DILEMA!!!

Yo había entrado porque me dijeron que la familia era lo primero (claro, ellos), que tu marido, que tus hijos, eso que yo veía en los demás matrimonios, eso fue lo que a mí me atrajo.

¿Y ahora? ¿Dónde estaba lo que yo había visto?

Sólo mentiras, una detrás de otra, hacia la gente que me quería; sólo crisis de ansiedad y un desasosiego tremendo que se solucionaba con pastillas. A ellos, tú familia les importa tres pimientos.

Estaba agotada psicológicamente, no podía seguir así, pero la presión era mucha: mi trabajo, mi familia, mi casa... Todo dependía de mi madre y cómo le iba a decir que ya no quería eso para mí si en el único momento de mi vida en que mi madre ha estado de acuerdo con algo de lo que he hecho era ahí, y si me salía, buff, otra decepción para ella, claro, nunca hacia nada a derechas ya me hartara de trabajar para sacar los negocios familiares adelante y para sacarla a ella y a mis hermanos de toda esa psicosis por su divorcio; psicosis, claro, la que ella se había montado en su coco y nos había envenenado a los demás.

Bueno pues gracias al profundo enamoramiento que tenia por mi marido y después de ver que el estar en la obra, lo único que hacía era separarme de él, en vez de esa unión que yo esperaba, pues decidí que ya no podía más.

No le dije nada a mi madre, simplemente llamé por teléfono al club para ponerme en contacto con la que había sido mi seño. Yo no quería hablar con la nueva, pero… qué casualidad que no me la pudieron pasar y se puso esta señorita, a la cual le dije:

- Mira: no he ido a la reunión porque yo no voy a dejar a mi marido solo comiendo cuando no es un caso mayor y como me he dado cuenta que para vosotros son más importante las reuniones que mi propia familia, pues he decidido que no me llaméis más porque no pienso ir más por allí ya que todo esto me parece fatal.

Yo esperaba una reprimenda o bien que me intentara convencer de algo, pero no medió palabra.

Simplemente: Ok, como tú veas, hasta luego.

¡¡Qué peso me quité de encima!! Todavía suspiro cuando me acuerdo. Entonces le eché valor y a mi madre le dije exactamente lo mismo y añadiéndole ¿o es que acaso quieres que esto termine con mi matrimonio?

Eso fue todo, no me lo podía creer, nadie me llamó para pedirme explicaciones. Supongo (ahora) que mi madre siguió pagando mi aportación (no sé muy bien cómo va eso) y por eso estuvieron calladitas.

Pero eso sí, el buen rollo que había cuando iba al cole a por mis hermanos y mi peque, se acabó de repente. Me di cuenta de que ya nadie se comportaba de la misma manera ¿Es que acaso yo se lo había contado a alguien más? ¿Cómo lo sabían? No me saludaban y me esquivaban. Es como si a toda esa gente, con la que has pasado ratos estupendos en sus casas, en la mía, en el club, es, como si no las hubieras conocido nunca. ¡¡INCREIBLE!!

Mi madre, por supuesto, me seguía necesitando. Entonces no tomó represalias pero como era y es una mujer con recursos, y supongo que yo ya era una apestada, pues la verdad, no sé muy bien cómo lo hicieron, pero, de la noche a la mañana me dijo que se iba de la ciudad. La excusa que me puso fue el que estaba harta de que la gente le preguntara por su divorcio, y el sentir que todo el mundo la señalaba con el dedo.

Así que ni corta ni perezosa, tramó un plan para irse con mis hermanos, plan por supuesto en el que me involucraba a mí, y plan que le habían trazado otros.

Pero bueno, eso es otro capítulo que no tiene desperdicio, ya que se valieron de ella para hacer una gran inversión en otra ciudad para seguir haciendo apostolado y seguir sacándole hasta el último duro.

Me despido como siempre con un gran abrazo.

Vampi

Ir al primer capítulo

<<Anterior




Publicado el Friday, 29 July 2011



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 078. Supernumerarios_as


Noticia más leída sobre 078. Supernumerarios_as:
Las tres generaciones de supernumerarios españoles.- EscriBa


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.130 Segundos