Hola Orejas,

Tras unos días de vacaciones, he leído Opuslibros, y me he dado de narices con el flipante (por usar un vocablo ligero) burofax del Opus Dei. Yo creo que se trata de amedrentar al único grupo en este país (bueno, si excluimos a Izquierda Unida, y según como) que se atreve de forma descarada y continua a plantar cara al Opus Dei. Sin medios, sin propaganda y sin dobleces. No lo soportan y de pronto, dan una coz.

No saben en qué lío se han metido. La verdad, no les entiendo. Incluso si consiguen una victoria ahora, será pírrica. No saben que cocean el aguijón.

¿Se imagina alguien a los benedictinos reclamando derechos de autor por reproducir la regla de San Benito? ¿O al Vaticano por el Evangelio? Como dice Ana Azanza, no tiene ningún sentido que una institución religiosa, cuya vocación es "hacer discípulos míos por todo el mundo" proteste porque otra institución le difunda sus escritos por ahí, gratis total. De locos.

En segundo lugar, porque, como dicen los abogados de Agustina, esto les obliga a acreditar la propiedad intelectual. Para eso, tendrán que hacerlo con todos los escritos que difunde Opuslibros. O sea, que tendrán que publicarlos ellos, les guste o no, ponerles el ISBN, etc. Vamos, que justo al revés.

En tercer lugar, porque no entienden la época digital. En el momento en que alguien "cuelga" algo en internet, ese algo se vuelve un virus incontrolable. Seguro que hay lectores de OpusLibros que tienen copias en sus ordenadores de estos documentos. ¿Cómo van a hacer que las borren o prohibir que las difundan, cuando muchos de ellos han sido miembros del Opus y tienen perfecto derecho a seguir iluminando sus vidas y las de otros con estos escritos?

Cuando hace unos años se montó un follón por la caricatura que publicaba "el Jueves" sobre el Príncipe, el juez mandó destruir las planchas y secuestrar los ejemplares. Pero la caricatura estaba en internet, y ese número se vendió como rosquillas a coleccionistas. No sé si sabrán entenderlo en el lado oscuro, pero es así.

Vamos, que en última instancia, nadie puede impedir a OpusLibros tener un cartel con "Obras que no nos dejan publicar" y que todo el mundo se entere. De risa.

Con Dios y buen verano

Ramón