Ha sido una reacción visceral, emocional. Agustina recibió un burofax de un bufete de abogados que pretende que retire todos los documentos internos relacionados con el Opus Dei existentes en Opuslibros.  Durante días la web se ha llenado de escritos en contra de este comportamiento del Opus. Y Agustina ha recibido nuestro apoyo, de forma pública y privada.

He estado examinando el burofax que Agustina recibió. Este bufete  tiene una larga trayectoria y sus miembros colaboran en diversas web jurídicas. Guste o no, hay que reconocer que es un bufete de alto nivel jurídico...

El burofax viene firmado por un abogado que lleva muchos  años de ejercicio profesional. Es un socio del bufete, no un asociado senior, ni un simple asociado. Esto es un indicio de que el bufete tiene la intención de implicarse completamente en su objetivo, que dedicará sus mejores recursos a este fin: conseguir la retirada de la documentación sobre el Opus existente en Opuslibros. Se lo ha encomendado el Opus, el bufete es cien por cien opus, y se puede aventurar una lucha jurídica difícil.

El contenido del burofax es interesante, revela la mentalidad de su autor y señala qué camino tomará este conflicto jurídico. El abogado plantea en su escrito un escenario de vulneración de derechos por parte de la web y de su coordinadora. Su burofax es como la apertura en el ajedrez, el primer movimiento al que seguirán otros consecutivos en el tablero. En este movimiento inicial, el abogado exhibe una táctica claramente difamatoria. Una presunción de culpabilidad sin atenuantes. Establece como veraz la vulneración legal, la comisión de la infracción, y por identificada a la responsable.

Frente a este agresivo burofax, nos encontramos con el excelente de respuesta del bufete que se encarga de los derechos de Agustina. Señalo lo que veo como primer acierto de Agustina, aunque pudiera parecer obvio: encargó la respuesta al bufete del Opus a otro bufete de abogados.

Esto es importante. Un ciudadano normal cuya profesión no sea el derecho, no debe exponerse a replicar a un abogado experimentado. Hace escasas semanas aconsejé esto a un ex-numerario, le escribí indicándole que no podía enfrentarse al abogado del director que le había hecho mobbing para echarlo del Opus y que, ahora, pretendía que borrara sus datos personales del blog del ex-numerario. Le dije que aunque le ayudase preparando un escrito de respuesta al burofax de aquel abogado, convenía que se buscara un abogado para que le defendiera en todo lo posterior. Pero este ex-numerario me hizo caso en nada, y cometió algún que otro error que detectó aquel abogado. Al final se arrugó completamente y accedió a más de lo que le pedían. Suprimió de su blog toda la historia del mobbing que había sufrido. Demasiado, bastaba con eliminar los datos de nombre y apellidos de ese director.

Volviendo al burofax de los abogados de Agustina, me ha gustado el tono del escrito –“estimado compañero”. Parece un detalle menor, pero cambia el escenario planteado por el bufete contrario. El conflicto no se plantea entre un bufete y una ciudadana normal. Ahora es una lucha entre iguales de la misma profesión. Y en esa lucha existen otras reglas de comportamiento. La “regla” del respeto profesional mutuo entre iguales. Ese “estimado compañero” me parece algo más que una simple fórmula de cortesía.

El contenido de la respuesta de los abogados de Agustina expresa, de forma muy clara, que el bufete del Opus no ha acreditado nada de lo que afirma. Se plantea al bufete del Opus que no puede limitarse a afirmar algo, sino que tiene que probar que es cierto lo que dice. Algo obvio en Derecho. Alegar que se poseen derechos de propiedad intelectual sobre unas obras que no se determinan, y sin que lo acrediten, no sólo no es razonable. Ni siquiera es jurídico. Asimismo, se expone de manera clara que no existe ánimo de lucro en la publicación de dichos documentos. Con este contenido, los representantes de Agustina, plantean una oposición adecuada a la presunción de culpabilidad del abogado (por otra parte, muestra de un pensamiento muy típico en los jerarcas del Opus respecto a los ex-miembros)

Se ha modificado el escenario inicial planteado por el bufete del Opus. Se les obliga a que realicen otro movimiento, presumiblemente en el sentido de acreditar qué obras son propiedad intelectual de la prelatura personal Opus Dei y cuáles de “Scriptor S.A”. Es razonable imaginar que habrán preparado el arsenal documental de registro de los documentos y obras que les interesa retirar de la web. O quizás, que este burofax inicial les haya conseguido tiempo -15 días- para que los letrados al servicio del Opus se hayan apresurado a registrar todos aquellos documentos que les parezca importantes y después justificar lo afirmado inicialmente. No sería extraño que acreditaran el registro de documentos en fechas muy recientes.

Hay una cuestión interesante que plantea el burofax del bufete del Opus. La web Opuslibros lleva más de ocho años funcionando. ¿Por qué ahora quiere el Opus Dei que se retiren los documentos internos?

Apunto un motivo, para mí “el motivo”. Un hecho que conozco. Un expediente sancionador de una administración pública. Un instructor –que no es del Opus Dei y que trata de hacer con justicia su trabajo- que obtiene un documento de la web Opuslibros y lo incorpora al expediente, comunicándolo por escrito a las partes. Esto sucede a mitad del mes de junio de este año.

El peligro que ve el Opus Dei en este hecho es evidente. Una dificultad completamente inesperada en ese expediente. Podría repetirse. Esto les ha llevado, en menos de dos semanas, a intentar cerrar la fuente de documentación que es Opuslibros.

Con ello, el Opus Dei demuestra que no le importa demasiado que se hable mal de ellos en Opuslibros, porque siempre podrán presentar esta crítica constante como ataques a la Iglesia, como la persecución a los santos, como las palabras de personas que no están bien. Siempre podrán desacreditar fácilmente los testimonios de personas desconocidas, independientemente de la cantidad y la coincidencia de los hechos y vivencias.

Lo que preocupa seriamente al Opus Dei, y este burofax lo revela de forma notoria, es que en Opuslibros se suministre información, documentos, que luego una administración pública pueda tener en cuenta en contra del propio Opus Dei. Como pruebas contrarias a lo que ellos aleguen o recurran. Por eso han actuado con tanta celeridad.

Saludos cordiales,

Daniel_M