Mariki, bueno ahora supermariki, y para los que la conocemos es más que eso todavía, apuntó el otro día, al comienzo de lo que promete ser una saga muy divertida de sus vivencias como super, una frase que le había dicho su superdirectora en la que se autoelogiaba el Opus Dei. Me recordó otra que me dijo un numerario, que para mi desgracia fue tutor mío en el colegio del opus en el que estudiaba. No es mala persona, pero más simple que un chupete.

Me estaba hablando -no sé por qué porque él era tutor académico y no quien debía llevar mi charla- de apostolado y proselitismo. Y me dijo (textualmente) que "sería muy bonito que el mundo se acabase porque todos fueran numerarios". Es decir, que todos célibes y por lo tanto se acaba el mundo y además todos serían santos, porque en el Opus es en el único lugar del mundo en el que se puede ser santo.

Con esta frase se me ha ocurrido que podríamos enviar cualesquiera otras tonterías supinas de estas que hayamos oído dentro y que demuestan soberbia institucional.

Al respecto recordaré:

- La soberbia es el principal pecado capital, aquel por el que Adán y Eva fueron condenados. Luego en el Opus Dei deberían cuidar un poco más esto.

- El papa no es del Opus Dei (ninguno lo ha sido) y desde luego los últimos son bastante santos y han canonizado a más personas que no son ni han conocido el Opus Dei que a miembros del Opus Dei. Luego quiere decir que fuera también se puede ser santo y no hace falta "el paraguas" al que se alude en el texto de Mariki.

- Tercero, iría contra el mandato bíblico (es decir, el primer mandamiento dado por Dios a los hombres) que todos fueran numerarios o numerarias: "Creced y multiplicaos".

En fin, animo a todos a engrosar una lista de estupideces soberbias (en los dos sentidos que puede tener esta palabra como adjetivo y sustantivo) que los numerarios dicen de sí mismo y de su Obra.

Supo