Querido Armando:

Escribiste el pasado 9 de mayo lo siguiente: “A lo que voy, quiero regresar a la casa del Padre, así como el hijo prodigo”…“pero no encorsetado...”

Yo no he pertenecido al opus y solo puedo imaginarme lo duro que ha de ser el volver a practicar una vida de piedad y servicio dentro de la Iglesia Católica. Creo que alguien quien haya pasado por esa experiencia pueda saber mejor que yo, pero igual espero pueda ser de alguna utilidad mi experiencia.

Yo estudié en un colegio salesiano y la formación religiosa que se me dio es MUY distinta a la opusina. Empezando, por ejemplo, en que no tengo ni idea de cuales hayan sido los gustos culinarios de San Juan Bosco, ni mucho menos los arquitectónicos y/o decorativos… Lo que se nos inculcaba era la devoción a la Virgen María y a la Eucaristía junto con una buena confesión. Hay un libro que lo puedes encontrar dentro de libros silenciados en esta web: “La alegría en el amor de Dios”. Yo me vine enterando de este libro por medio de opuslibros y me ha hecho comprender muchas cosas de la formación que se me dio y de los contrastes con los opusinos. Recomiendo ampliamente este libro para todos aquellos que hayan recibido formación religiosa en la obra escribariana.

Mi consejo como católica practicante es: sujétate fuertemente de la Virgen María y ponte bajo su protección.

Sobre lo de no encorsetado, te pongo un ejemplo: La Santísima Virgen pidió en Fátima que se rezara el rosario a diario. Yo procuro rezarlo a diario, aunque muchas veces en lugar de rezar las diez Aves Marías del misterio, rezo solo dos o tres por misterio, pero meditando los cinco misterios. Prefiero que sea poco, pero con más calidad en el rezo. Y hay días que ni eso…y no me quita el sueño.

Sobre lo de servicio sin pertenecer a ninguna institucion, pues hay muchas formas de hacerlo, si quieres y crees que pueda serte de ayuda, puedes pedirle a Agustina mi correo electrónico.

 Un abrazo,

Nelli