Otaluto :
Estuve releyendo el Vademecum de Consejos Locales, y creo que algunas partes están maravillosamente escritas. Recomiendo especialmente leer el apartado "Caracteristicas del trabajo de los Directores". Recuerdo bien haber tratado en su momento de asimilar con dedicación estas pautas de conducta y para mi sorpresa encuentro que muchas forman parte intrinseca de mi estilo personal y comportamiento profesional. Las he aprendido en la Obra y por esto quiero decir : Gracias!.
Cuando leí lo referente al silencio de oficio que deben guardar los directores, sin embargo, recordé que cuando algún numerario cambiaba de ciudad, evento que suele ser de gran importancia para el interesado, era bastante frecuente que se enterara primero por los pasillos. Es que los directores no podían guardar su lengua, y por ocupar el centro de una tertulia eran capaces de delatar a su propia madre. Tambien los parrafos referentes a la obediencia, me hicieron recordar una pequeña anécdota. Eran los días de la beatificación y para muchos numerarios argentinos esta sería la unica posibilidad de conocer algo de Europa, ya que como todos saben los numerarios no viajan por turismo. Ibamos a estar una semana en Roma y ya estábamos haciendo planes para visitar algunas ciudades vecinas. Por supuesto comenzaron a llegar notas exponiendo los criterios que debían seguirse durante el viaje. Había una nota particularmente extensa y fuerte que prohibía expresamente a todo numerario hacer turismo fuera de Roma. Cuál seria mi sorpresa cuando me enteré que un grupo de directores "mayores" habia tomado un auto de alquiler para ir hasta Florencia. Por supuesto que no se trataba de turismo: el motivo era hacer una romeria!. En fin, mi conclusion es la siguiente: el problema de la Obra no está en lo que escriben, sino en lo que viven.
Paz a todos.
Otaluto.
Publicado el Sunday, 30 May 2004
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