Hola Freesoul,

Me llama la atención que tengas la valentía de pedir ayuda. No todo el mundo lo hace, la tradición de "ser fuertes" es poderosa.

No sé cómo ayudarte, simplemente quisiera hacerte algunas consideraciones para tu proceso de reconstrucción personal. Al fin y al cabo, el lado oscuro es una experiencia totalizante, y aunque formalmente hayas roto, lo cual es un gran paso, mucho estará grabado.

En fin, es lógico que cuando has estado saturado de algo (misas, rosarios, intenciones, postraciones...) te asquee y te resulte pesado y desagradable. Es lógico que cuando todas esas prácticas se han realizado hasta la extenuación en nombre de algo, aunque sea santo, el hastío arrastre con ellas a esa entidad, sea la fe, la Iglesia, el matrimonio o el fútbol. Es humano.

¿Creer en Dios? ¿Creer en Dios dentro de la Iglesia? Quizás esto sea una oportunidad para aclarar tu fe, para diferenciar lo que es importante de lo que no, ver si quieres seguir al Señor Jesús, independientemente de costumbres heredadas, de coacciones culturales, de muletillas. Hay mil formas, pero lo fundamental es que no te fuerces, que procures ser tú, ser honrado, y seguir buscando. Lee el evangelio sin anteojeras, lee las cartas de Pablo. Quizás algunos libros te ayuden. A mí me ayudó "El regreso del Hijo Pródigo", de Henry Mowen, o "Jesús, perspectiva histórica" de Pagola, entre otros. Si te hace falta, busca ayuda espiritual, y busca a Dios donde más falta hace, que es entre los pobres. Como dice Pablo, "la fe se me ha dado", no es algo que se tenga porque sí. Dios no quiere que se le adore con la boca, sino con espíritu y verdad. Si dejas la Iglesia, incluso si dejas la fe, pero sigues siendo una persona moral, haciendo el bien, como seguro que eres, no habrás dejado a Jesus, que "pasó por el mundo haciendo el bien".

Otro tema es qué hacer con la relación con tus padres y la gente que te conoce como "católico practicante" - añadiría "practicante de ritos", que el cristianismo es más que ir a misa- . Quizás debieras aprovecharlo para que tus padres te reconozcan más como adulto. Ellos te quieren, y verán, aunque les cueste un cierto disgusto, que tienes que tomar las decisiones trascendentes por tí mismo, y creer es de las más importantes. Déjales claro que si no vas a misa no es porque dejes de ser bueno, moral y honrado, sino porque quieres aclarar tu vida. Si no, vivirás igual en otras circunstancias, siempre fingiendo lo que no quieres ser. Lo que escandaliza de verdad es hacer el mal, no faltar a algunos ritos, por muy importantes que éstos sean para la vida cristiana.

En fin, tú ya has dado el primer paso para ser una persona íntegra, que es tomar tus decisiones. Jesús, estará esperándote siempre, tomes la decisión que tomes, y siempre que hagas el bien estará a tu lado. Nuestro Dios es Dios de vivos, no de muertos, de libres, no de esclavos. Como decía el profeta Miqueas "ama con ternura, practica la justicia (y en tu caso, si lo decides), camina humildemente al lado de tu Dios".

Un abrazo

Ramón