Respondiendo a la carta que me envía "caholica3" respecto a la admisión de novicios en el Opus Dei. Voy a dividir mi respuesta en las siguientes partes:

a. De la imposibilidad jurídica que una novicia sea admitida como numeraria

b. De la narración extra ordinaria de una numeraria que era novicia a la vez

c. De las posibles explicaciones a que una novicia sea numeraria a la vez

d. Del nacimiento de la sección femenina y el posible reclutamiento de novicias

e. De mi inclinación personal a la vida consagrada por un trozo de queso

e. De las contradicciones divinas cuando llama a ser numerario o novicio

f. De las contradicciones divinas cuando llama a ser numerario o novicio

g. Del misterioso caso de los flagelos y cilicios de Escrivá para hacer florecer la sección femenina

Va el artículo:

a. DE LA IMPOSIBILIDAD JURÍDICA QUE UNA NOVICIA SEA ADMITIDA COMO NUMERARIA

Dice textualmente en los Estatutos del Opus Dei,  en el Cap.3, Admisión e Incorporación a la Prelatura:

§2. No será admitido en el Opus Dei quien haya sido miembro, novicio, postulante o alumno de una escuela apostólica de algún Instituto   religioso, o Sociedad de vida en común; ni quien haya  pedido la admisión o haya estado en periodo de prueba en algún Instituto secular...

§3. Además, para que las diócesis no se vean privadas de sus vocaciones sacerdotales, no se  admitirán en la Prelatura los alumnos de los Seminarios, sean laicos o clérigos, ni los sacerdotes  incardinados en una diócesis. 

Lo interesantísimo es que en el "Catecismo de la Obra" no se menciona este asunto.

Otro aspecto de sumo interés es lo que se indica en "De Spiritu" en el Cap I,1 y 2:

I. El espíritu del Opus Dei en general

1. El espíritu y la praxis ascética propia del Opus Dei tienen caracteres específicos, perfectamente determinados, para alcanzar su fin. Este espíritu y esta ascética difieren completamente del espíritu y de las formas de la vida consagrada.

2. El espíritu del Opus Dei y su condición jurídica, plenamente seculares, se manifiestan en la vida de los fieles de la Prelatura: los sacerdotes se comportan en todo como los demás clérigos seculares, y los seglares —del mismo modo que sus iguales, los demás conciudadanos laicos— se atienen a las normas de su propio estado, condición y profesión en la sociedad. Por eso, en los Centros del Opus Dei no hay nada que no responda a esa realidad secular.

Vale decir que, mientras el Catecismo de la Obra lo deja oculto, está claro en los Estatutos (gracias a www.opuslibros.org tenemos la versión en castellano) y en "De Spiritu" lo explica también con claridad.

El Lector amigo tendrá que saber que estos dos últimos textos son de acceso sumamente restringido para cualquier fiel de la Prelatura que no pertenezca al grupo que dirige un Centro del Opus, grupo que se denomina "Consejo Local", mientras que al "Catecismo" sí se puede tener acceso siempre y cuando el fiel que lo solicita justifique al Director la intención de solicitud del mismo.

b. DE LA NARRACIÓN EXTRA ORDINARIA DE UNA NUMERARIA QUE ERA NOVICIA A LA VEZ

Entonces, "catholica3" me narra un hecho sorprendente. Dice: "Y eso de que las ex novicias no pueden ser numerarias es en teoría, en la práctica te puedo asegurar que hay de todo, conozco a una que después de ser numeraria jurídicamente fue novicia unos meses y siguió siendo numeraria de hecho aunque no jurídicamente viviendo en una casa de numerarias, pero sí en su familia de mente, corazón, plan de vida, dirección espiritual, confesión, normas, obediencia (...)".

Esta fantástica narración de segunda fuente, lamentablemente "catholica3" no dice: "yo fui numeraria y luego novicia y luego volví a ser numeraria" le resta el sabor que todo investigador necesita: la fuente directa. Con esto no desmerezco a quien me escribe en la narración de un hecho que pudo haber presenciado o escuchado. El amigo Lector encontrará todo un enredo de terminología que va desde "numeraria jurídicamente", "numeraria de hecho aunque no jurídicamente".

Distingamos: la numeraria jurídicamente es la que ha sido admitida, sea oblata durante un año y luego se le otorgue la fidelidad. La numeraria de hecho es la que tiene intención de serlo pero la Prelatura se lo impide. Vale decir, actúa y vive como numeraria pero no lo es. Tal puede ser el caso de alguna supernumeraria o cooperadora que, vivan y parezcan numerarias pero no lo son de derecho sino de hecho.

Ha de saber mi amigo Lector y "catholica3" que nadie, absolutamente nadie vive en una Casa del Opus Dei y no sea fiel numerario o numeraria que no lo sea de derecho.

c. DE LAS POSIBLES EXPLICACIONES A QUE UNA NOVICIA SEA NUMERARIA A LA VEZ

Pero tampoco seré simplista y descartaré la narración de "catholica3" ¿Por qué? Porque el régimen para las mujeres - aunque se predique que es el mismo para los varones - no lo es. Me explico, Escrivá quería que todas sus hijas e hijos numerarios sean universitarios, a diferencia de los agregados o supernumerarios. La guerra de los sexos impedía que las mujeres estudien en la Universidad por ser algo poco femenino, dada la concepción que su llamado era para labores domésticas y maternales. Algo así como creía Escrivá que el hecho que vistieran con pantalones les restaba femineidad (menos mal que ya cambiaron la fórmula buscando alguna interpretación de la revelación de Dios a Escrivá).

Entonces, ¿Cómo se explica que "catholica3" haya escuchado directa o indirectamente de su amiga numeraria el haber sido novicia siendo numeraria? Caben dos fórmulas. La primera que fue admitida, tuvo dudas, pidió dispensa, se le concedió, se le mantuvo retenida mediante la dirección espiritual y volvió a "casa" de donde nunca debió haber escapado. La segunda que tal numeraria, ya no sea numeraria, porque esas cosas no se cuentan. Se puede narrar que una estuvo a punto de casarse hasta que Dios la hizo más generosa, o que era pretendida por muchos pero "el Amor pudo más que el amor", etc., pero ¿De "novicia rebelde"? Ni hablar. Hasta cabe una tercera fórmula, que creo que es a la que se refiere "catholica3". La chica, agobiada por las dudas entre monja o numeraria, abandona la Prelatura dejando pellejo, entra al noviciado y se da cuenta que entre monja y numeraria es casi lo mismo y acepta ser laica común y corriente actuando como numeraria, o sea, de hecho. Bien podría ser cooperadora.

d. DEL NACIMIENTO DE LA SECCIÓN FEMENINA Y EL POSIBLE RECLUTAMIENTO DE NOVICIAS

Durante la Guerra Civil Española y la segunda revelación divina de Escrivá para que las mujeres puedan ser del Opus, manda a escribir a sus biógrafos que "muchas se les iban porque sus vocaciones eran a la vida consagrada". Interesante mención del Fundador para grabar a fuego que él no tenía conflictos con los religiosos que estaban aterrados en perder vocaciones con el nacimiento divino del Opus Dei. Tras la Guerra, no está claro el re inicio del proselitismo con mujeres. Todo apunta a que busca nuevamente contactarse con aquellas "chicas confundidas" y las anima a despejar sus dudas y que éstas le presenten amigas menos dubitativas. Los biógrafos oficiales no dan más cuenta de ello, toda vez que Escrivá manda escribir que "la sección femenina" cuajó en el segundo o tercer intento y le costó mucha oración y mucha mortificación con flagelos con trozos de vidrio y cilicios en varias partes del cuerpo (Curiosamente nada se narra de los partes médicos en sus continuos chequeos).

e. DE MI INCLINACIÓN PERSONAL A LA VIDA CONSAGRADA POR UN TROZO DE QUESO

En esta última parte, perdonará el Lector, que narre algunos episodios de mi vida y tránsito por el Opus. Sucedió que cuando era niño - seis años - quería ser monje agustino porque un buen religioso me invitó a un queso riquísimo. Le pregunté qué delicioso manjar era aquél y me respondió que era un trozo de su desayuno, con lo cual saqué la conclusión: si me hago agustino, comeré delicioso queso. Así pues podría decirse que tuve intención hacia la vida consagrada. 

f. DEL LAS CONTRADICCIONES DIVINAS CUANDO LLAMA A SER NUMERARIO O NOVICIO

El otro episodio aconteció ya universitario y oblato, cuando un religioso de los Sagrados Corazones me buscó después de misa y me dijo "veo en ti a Cristo y te llama a ser misionero". Aunque le respondí que ya era del Opus, me insistió en que lo pensase y aquel día me cuestioné ¿Qué diferencia había entre las palabras del que me dijo que Dios me llamaba para el Opus versus este que me decía que ahora para misionero religioso? Zanjé que, por puesta de mano, el dios del Opus Dei ganó la partida.

g. DEL MISTERIOSO CASO DE LOS FLAGELOS Y CILICIOS DE ESCRIVÁ PARA HACER FLORECER LA SECCIÓN FEMENINA

Y la tercera va en los chequeos médicos. Tanto en la época escolar como en la universitaria, se nos hacían chequeos. Obviamente, el cilicio - esa cinta metálica de púas que uno se amarra con más o menos fuerza (depende de la generosidad) al muslo - deja huella. El caso es que al desnudarse se ven los orificios y, si los usas en ambas piernas - como era mi caso de súper generoso - peor aún para dar una  excusa convincente al médico de turno. La usual era: me enredé al intentar cruzar un cerco con alambres. Viene mi pregunta: si esto es súper evidente para cualquier médico, en el caso de Escrivá, tal como indica a sus biógrafos escriban: "usaba el flagelo con incrustaciones hasta hacer charcos de sangre" y luego un fuste de caballo para buscar más dolor para ofrecer a Dios... ¿No se contradice con lo que decía de él mismo que su estado de salud era tan malo que el médico que en una ocasión un médico dijo tras el análisis de sangre: "este hombre debe estar muy grave"? O sea, postrado en cama. Sí, sí, la gracia de Dios puede resucitar a Lázaro pero voy al hecho que de estos datos no quedan registros históricos, partes médicos del estado de la espalda de Escrivá, de sus nalgas tras darse con el fuste (yo me inventé el mío dándome correazos con la hebilla de la correa cuando mi madre no me dejaba ir a la "casa del Opus").

Se nos dijo que en Cavabianca, en una de las galerías, se exponían los objetos de uso cotidiano del Fundador pero... ¿Y estos instrumentos de mortificación corporal no llevan ni una gota de sangre de quien los empleó? Por lo menos mis cilicios y mi flagelo estaban rojos. Los dos primeros por el óxido y el segundo por la sangre al abrirme la espalda con tantos látigos para que alguien "pitara". Otra curiosidad es que me indicó el Director que buscase otra zona del cuerpo dónde aplicarme el látigo porque dejaba rastros de sangre en el pijama y en la camiseta interior bajo la camisa ¿Y en el dramático caso de Escrivá cómo se le cerraban las heridas tan rápido si decía que las usaba varias veces al día? Todo un misterio.

Saludos cordiales,

Nicanor

Nicanor.wong@gmail.com