Daniel M:

He leído con atención tu escrito, del que se desprende mucho enfado, justificado por tus criterios; también el de Anonymous.

Me gustaría dejarte mi opinión si tienes unos minutos para leerme.

Hace muy poco, solo unos meses que conozco esta página, aunque me he vuelto asidua lectora, menos escritora porque no dispongo ni de vuestros conocimientos ni de vuestra cabeza, y menos de vuestra pluma, cosa que envidio.

Solo es mi opinión. Cuando salí del opus antes de que mi “tabla” de dormir se hubiese enfriado, escribí solicitando mi vida laboral, la contestación fue escueta: no podían atender mi solicitud porque “no existen datos”. Me habían eliminado, por lo que yo los eliminé, rehice mi vida, familiar, social y profesionalmente. Cuando encontré esta página, lo que me ayudó fue ver que había más en mi situación, y esto sirvió a recomponer, después de 30 años mi “mapa afectivo”, es decir los escritos de “chismorreo crítico” y ahora si estoy absolutamente desvinculada. Lo que me informó fueron vuestros “otros escritos”, yo estaba absolutamente desinformada, después de 15 años, no me había enterado de nada. Leído lo leído y vivido lo vivido, es esta, insisto, solo mi opinión:

¿Qué me importa a mí si ellos tienen o no mis datos?, ¿si entran o salen cientos o miles?, ¿si cierran Centros de estudios?, ¿ si donde habían 60 ahora hay 6?, solo me alegra pensar que a 54 ya no les harán daño, ¿qué me importa quién será el próximo prelado o si es como este o tal vez más inteligente? Ya no pueden afectarme.

¿Sabes? Me preocupa la Iglesia, que se ha vuelto sorda, muda y ciega ante tanto daño. Me preocupa la “famosa calandria” que ha desaparecido y no se si está sufriendo, aquí al menos se desahogaba, me preocupa leer escritos en los claramente se ven personas que aún dependen, del modo que sea, pero escribir les alivia o cualquiera sabe, pero que ahora son libres para hacerlo, me preocupa que porque no tienen más lectura determinados escritos digáis  adiós, porque nos ayudan, me alegran esos escritos de las ex supernumerarias, porque fuera de estos foros hasta podrían pensar que estamos locos, jamás entenderían y es bueno hablar, me alegra ver que aquí cada uno escribe lo que de alguna manera necesita escribir, y nadie juzga ni el escrito, ni el resultado de lo escrito, que no se fuerza a nada. Pero yo no estoy aquí ni en ningún otro lugar para dedicarle ni un minuto más de mi vida al opus,  con su pan se lo coman, con lo que hay aquí escrito si las autoridades eclesiásticas quisieran  ya se habrían movido, los de fuera y los de dentro, los que se quieren salir y los que necesitan preparar un círculo, ¡aquí lo tienen todo!, pero  ¡que jamás se acerque a los míos! Porque las personas que me destrozaron aún viven y tienen nombres y apellidos, y entonces sabrían lo que es hacer daño. El resto ya es cosa de Dios. Es solo mi opinión, la opinión de una persona a la que hasta la “A” de asociación, para lo que, le sea hace daño.

Janabenito