hola Calandria:

Lo siento, me parece muy fuerte, intolerable y de una falta de caridad imponente el que se acepte que el 50 % de las que te rodean tomen ansiolíticos, antidepresivos.... ¿Por qué? Hay que ir a la raiz... Además de que la mitad de estos tratamientos, desde mi punto de vista personal, no sirven para nada, lo que sí tienen es muchos efectos secundarios: amnesia (no te acuerdas de lo que cenaste o hiciste ayer por la noche, obnubilación, trastornos visuales, de concentración y anestesia afectiva...) Da igual lo que pasa, el caso es no sufrir.

Superar estos trastornos no es fácil, en muchos casos, el mío por ejemplo, fue por intentar vivir un "tipo de vida" que me sobrepasaba. No tiene nada que ver con Dios... sino con el estilo de vida que suele llevarse en la Obra salvo excepciones.

Dices que estás enferma ¡pero controlada con tu depresión! Ojo ¡que el cuerpo es muy sabio!. Recuperar un equilibrio es dificíl; se puede conseguir. Pero no confíes sólo en la farmacopea, escucha tu corazón y mira con inmenso cariño a tus hermanas. No sabes el disgusto que me llevo con tu afirmación. ¡¡¡Yo era un tesoro de la Obra por estar enferma!!! ahora no soy nada de nada pero sufro por las que lo están pasando mal.

Un abrazo Calandria, cuídate y yo por mi parte también me cuido.

Julia