Mi pequeña Goof, me has hecho recordar mis primeras Navidades en el ce [centro de estudios] y el cuerpo me tiembla de horror, aunque me tranquilizo al pensar que todo quedó en un mal sueño.

Dios te debe querer muchísimo, porque con 18 años todavía tienes toda una vida por delante, para reír, llorar, amar, sufrir, en definitiva... vivir. Es cuestión de dar el paso ahora que es pronto y no cuando seas un juguete roto.

Eres afortunada de haber visto que la obra no es lo tuyo, pero en realidad la obra no es para nadie. Quizás ahora no lo entiendas pero aunque la obra haga cosas buenas, no es un camino muy recomendable si quieres dar tu vida por Dios y por los demás estando en el mundo.

En la obra te van a presionar para que sigas y van a asegurarte que tienes vocación y que eres feliz, cómo afirma el sacerdote, pero tu corazón y tu conciencia saben que no. Lo que tu ahora desconoces  es que la mayoría de las numerarias que están haciendo el ce, sienten lo mismo que tú aunque exterioricen felicidad.

Te asegurarán que la obra es el mejor sitio para vivir y para morir, pero yo de corazón te digo que no es verdad. Que Dios está fuera y el amor también.

Fíjate en las numerarias que lloran en el oratorio, eso mi pequeña goof, no es normal. Con 18 años hay que estudiar, tener un noviete o una pandilla y disfrutar de la juventud que tú ahora te estás perdiendo. Y no vivir a golpe de horario como en un cuartel, estudiando latín y recibiendo absurdas correcciones fraternas que te hacen perder la autoestima.

¿Cómo no vas a querer a las numerarias con las que vives? La gente de la obra, salvo excepciones, es estupenda sobre todo a los 18 años... porque después, el amargor y el desengaño va haciendo huella en el carácter de las numerarias, vienen las manías, las depresiones, y casi todas las mayores están enfermas, tristes y son insoportables.

Si no eres capaz de irte antes de Navidad, después te irás seguro... porque  no hay nada peor que una Navidad en el ce donde se vive con mucha falsedad y tristeza interior solapadas con grandes sonrisas.

Todas haréis el teatro de estar super contentas pero en el fondo no entenderás por qué tu familia tiene que "desaparecer", si eres corriente, en estas fechas tan familiares. Pensarás en la tristeza que sentirá tu familia por no tenerte. No mandarás mensajitos tontos a tus amigas. Disimularás cuando después de darle tanto bombo a la "carta de reyes" como si tuvieras 4 años, compruebes que son los peores Reyes de tu vida. Cuando todo el mundo se esté tomando las uvas, te dirán que es maravillo tener Misa de medianoche el 31 aunque es un invento rariiiiiisimo, y te tomarás las uvas a la 1 de la madrugada, como si fuera lo más normal. El jamón de pata negra, que toda familia toma con un poquito de esfuerzo ni lo probarás, diciéndote que es por pobreza, aunque los centros de la obra sean escandalosamente para ricos... En fin... que si te vas, serás una chica normal, buena cristiana, que lo más seguro es que te cases y formes una preciosa familia cristiana donde con sencillez, normalidad, algo de sufrimiento y mucho amor enseñes a tus hijos a querer al niño Jesús y a disfrutar de los Reyes en los días de Navidad.

Solo decirte que tengo muchísima envidia a las numerarias que se fueron en el centro de estudios y no 20 años después con la vida destrozada.

¡Vete! Seguirás amando a Dios y sobretodo seguirá amándote Dios a ti, que es lo más importante y podrás decir con mucha paz: GRACIAS A DIOS ME FUI.

¡Sé valiente y huye! Y si eres de Madrid, puedo echarte una mano o lo que quieras. Agustina te dará mi email. 

Un abrazo,

Sofía Plaza