mariki :
De verdad que se me habia olvidado también... No sé si estoy perdiendo credibilidad porque hasta a mí me cuesta pero doy fe que tal como sucedió lo cuento:
Verano de finales de los 70. Lugar: Confesionario de una delegación. Protagonistas: Rafael M., De profesión director de la misma y exmilitar. Mariki. Más feliz que una perdiz ya en el hogar materno.
Entro en el minibunker, me arrodillo y sin saludar ni nada oigo a RM. Empieza a recitar con voz grave, la estampita: Odiosqueconcediste etcetc... porsuintercesionelfavorquetepido:
- QUE MARIKI SEA SINCERA.
Ya empezamos, pensé, con la mise en scene.
-Ud pregunte que yo le aclaro lo que quiera.
Hete aquí que el individuo estaba convencido de que yo me había entregado a la vida relajada y claro por no contarlo, me había marchado. Por aquella época yo era una casta doncella, que ni un piquito, vamos, como dicen ahora mis hijas.
La cosa empieza a convertirse en un tira y afloja, el tio empeñado en que yo le contara no se sabe qué y yo cada vez más sorprendida hasta que practicamente me escupe:
- ¡SI TE VI UN DIA MAS PINTADA QUE UNA PUERTA!
Yo, muy digna, le contesto: Es el colmo, vivir con 60 mujeres y que solo usted lo note, ¡qué poco caritativas mis hermanas, oiga! ¡No miran pa una!
Y sigue erre que erre: que si iba a la playa, que si eso no me afectaba...
- ¿A mi la playa...? Hummm, no sé que me tiene que afectar a mi la playa... Y me espeta:
- ¡NO ME DIGAS QUE NO SIENTES NADA AL VER A LOS HOMBRES EN BAÑADOR!
¿Proyectaría?
Pues eso, espero disculpas.
Un fuerte abrazo
Mariki
Publicado el Monday, 29 November 2010
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