Janabenito me ha sugerido este escrito en su artículo dirigido a Calandria el viernes 12 de noviembre.

Desde dentro a todos NOS HACEN VER que somos los MEJORES, que somos los únicos que nos salvaremos, que si cumplimos todas las normas y no protestamos para nada, que si NO PENSAMOS y NO TENEMOS SENTIMIENTOS, nos salvaremos. Desde luego, condición sin equa non es no escuchar a nadie que no sea de dentro.

En esta web he encontrado cristianos corrientes como los discípulos de Jesucristo que me han hecho PENSAR que mi prepotencia, orgullo y submisión quizá no sea lo que Jesucristo quiere.
Me ha hecho preguntar también si en realidad soy LIBRE, incluso me estoy preguntando, ¿quién me dió la VOCACIÓN al Opus Dei? ¿Es este mi sitio para servir al Señor en medio del mundo y ser un buen cristiano? ¿Mi familia, es mi familia? ¿no lo es? ¿es el demonio? ¿Por qué no puedo hablar con ellos cuando yo quiero?

He meditado un pasaje del evangelio en el que Jesucristo nos dice que los que entrarán en el Reino de los Cielos son los MANSOS Y HUMILDES de corazón, no los que se crean los primeros y ÚNICOS. Ahora me estoy preguntando: Si Jesucristo volviera, ¿no nos diría que somos un poco FARISEOS?

Veo también que en la web hay gente SENCILLA, SINCERA, QUE PUEDE HABLAR DE SUS VIVENCIAS. ¡Qué envídia que me dan! Y encima practican un único mandamiento que nos dió Jesucristo: EL AMOR.

Dentro, no veo mucho amor, veo cumploymiento, cf's, angustias, obligaciones, poca paz, baja autoestima y un muy largo etc.

Me pregunto si en realidad esto es lo que quiere Jesucristo.

Cuándo yo no les sirva para nada, ¿qué será de mi?

Unodedentro