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125. Iglesia y Opus Dei
ebe :

En el Opus Dei creen que se trata  de un “tirón de orejas”. No sé si esa calificación surgió de las bases o fue el modo en que los Superiores del Opus Dei dieron a conocer las intervenciones de la Santa Sede en materia de dirección espiritual. Entiendo que quieran suavizar los hechos, para que los efectos psicológicos no sean tan fuertes como los efectos reales. De hecho, el Opus Dei se basa más en la psicología que en la realidad para crecer y sobrevivir: crear ilusiones.

Pero no sería descabellado pensar que los superiores del Opus Dei creen controlar tanto la realidad –sobrenatural sobre todo- que piensan que controlan a la misma Santa Sede. Y creen que la Santa Sede solamente les dará “un tirón de orejas”. Falta que manden una nota diciéndole a la Santa Sede cómo se debe tirar de las orejas, con cuanta fuerza y durante cuánto tiempo.

En realidad, lo único que controlan es el grado de alienación que se padece internamente, pero hasta por ahí nomás. Lo del tirón de orejas es para que se lo crean quienes siguen adentro: “miren, en realidad esto no es nada serio”...



Sin duda han obtenido cosas objetivas de la Santa Sede: cargos estratégicos en comisiones sobre asuntos jurídicos, la Prelatura, la Beatificación, la Canonización, etc. Ahora bien, esos antecedentes no necesariamente son una seguridad, tal vez sean un mal precedente.

Me pregunto qué sucederá en 2012.

Pues los años 1982, 1992, 2002 fueron claves para el avance y consagración del Opus Dei. Tal vez en 2012 no suceda nada. O tal vez sea el comienzo oficial del proceso de revisión del Opus Dei.

***

Es tal la soberbia colectiva del Opus Dei –hija del narcisismo de Escrivá-, que se digna aprobar a la misma Santa Sede cuando reprende al Opus Dei por su conducta. Es el colmo de la impertinencia, como cuando Escrivá se ponía por encima del Papa con su dedo índice. Es semejante a decir que en la Santa Sede son todos idiotas y no se dan cuenta de nada. Eso se lo pueden creer en el Opus Dei, nada más. “¿Pero si hemos conseguido la canonización, por qué no habremos de controlar también el tirón de orejas?” “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?”

Como en el pasado –muy pasado- han conseguido –no siempre- nombrar a los suyos para obtener lo suyo, ahora quieren creer y hacer creer que ese tirón de orejas también lo van a controlar.

En el pasado la prelatura planificaba todo de tal manera que hacía los discursos laudatorios que quería oír de la Iglesia, los documentos jurídicos que quería firmados por la Iglesia, de tal manera que todo pareciera natural y neutral. Que la Iglesia hiciera suyas todas las propuestas elevadas por el Opus Dei. La Iglesia al servicio del Opus Dei.

Como si ahora la Santa Sede fuera a nombrar a Echevarría como encargado del tirón de orejas y así “todo queda en casa”. Creo que esos tiempos se acabaron.

Se podrá dar cualquier situación, menos un tirón de orejas. La realidad va a ser muy distinta. Cuando el Opus Dei pierda el control sobre la realidad que arma con su discurso, eso va a ser mucho más que un tirón de orejas.

***

Pensando en lo que escribía Heidi Berger, queda claro qué diferente es la historia íntima del Opus Dei de la oficial y superficial. Qué perspectiva y profundidad la que nos presenta Heidi.

Respecto al criterio del casamiento que preguntaba dhelas, pues las razones pueden ser muchas (ahorrar dinero del viaje, aprovechar el  tiempo para el OD, etc.) pero fundamentalmente pienso que es una la principal: “la abducción” mental, de tal forma que tod@ numerari@ tenga sólo una cosa en la cabeza, el Opus Dei, y que el resto le importe un rábano.

A eso le llaman “entrega” pero en realidad se emparenta más con el lavado de cerebro y el autómata. Lo más interesante es que no hay explicaciones posibles que justifiquen dicha conducta o “criterio”. Considerados como laicos, no se entiende tal prohibición aplicada a los célibes. Considerados como laicos consagrados, tampoco.

Puede haber excepciones: “si conviene” (si beneficia al Opus Dei), entonces se pueden saltar las prohibiciones o criterios estrictos que fueren.

Toda explicación es una excusa (pobreza, entrega, etc.) que encubre la verdadera razón. En el fondo, es una simple cuestión de obediencia ciega y punto. Es una cuestión de amansamiento y adiestramiento, como si fueran animales en el circo: obedecer al amo.

No hay nada más que la obediencia por sí misma. Disciplinamiento. Y la mayor muestra de obediencia ciega es hacer algo sin que haya una razón, porque sí.

En realidad hay una razón, pero permanece oculta: es la “entrega de la cabeza”, es decir, de la inteligencia y por lo tanto el ingreso al mundo de la estupidez. A menos que se ejerza cierta “reserva mental”, uno se convierte –mediante la entrega que exige el Opus Dei- en un estúpido, o sea, “falto de inteligencia” (DRAE). Se termina dando lo que dice el Evangelio, pero al revés: quienes dirigen al Opus Dei son sencillos como serpientes y quienes entregan su cabeza terminan siendo astutos como palomas (Mt 10,16).

Y a través de la entrega de la cabeza también se lleva a cabo la entrega del corazón: la anulación de la afectividad. Es otra razón para prohibir la asistencia a casamientos. Eliminar los afectos (salvo hacia el Opus Dei).

Por eso, al salir del Opus Dei hay que desprogramarse o recuperarse. La misma enfermedad ayuda mucho a desprogramarse, las depresiones por ejemplo ayudan a tocar la realidad y ver cómo el Opus Dei no puede ser un lugar sano para vivir. Como decía Heidi.

Saludos,
E.B.E.




Publicado el Monday, 11 October 2010



 
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