Hace algun tiempo estoy ojeando esta web, después de dejarla por 2 o 3 años. Lo que me asombra es la diferente actitud de los que aquì escriben. Hay alguien còmo Agustina, Carmen Charo que, después de haber dejado la  piel unos - pocos o muchos años, no importa - en la Obra, se han salido e intentan aquì explicar y denunciar lo que consideran injusto, un atropello o lo que sea, pero siempre dejando su nombre y apellido; se ve algo "vivido" en su piel.

Hay tambien otros que, a mi parecer, tienen o han tenido "el pies en dos zapatos", acusando y denunciando lo que parece injusto pero con la ambiguedad de quien parece disfrazar lo que està viviendo o ha vivido con una aparente "doble vida".

El hecho de que aquì se encuentren documentos internos, guiones, cartas, notas..... es claro sintoma de que hay alguien dentro de la Obra que los entrega, alguien que, a mi parecer, està traiccionando la confianza de los directores y de los demàs. Leer de gente que solìa abrir los armarios, buscando notas etc. no es, siempre en mi opiniòn, indice de lealtad y seriedad.

Quizà me equivoco, pero hay algo que no acabo de entender.

Con mucho carino
Pippi

Nota de Agustina.- Querida Pippi, quienes no firman con su nombre y apellido tienen sus motivos, como los tienes tú al no firmar tampoco con tu nombre real. Sin embargo, eso no invalida nada de lo que escriben ya que quienes hemos estado en el opusdei, sabemos reconocer lo que es propio del espíritu, de la praxis, de las conductas, de los criterios, del “aire de familia”, etc., y nos resultan muy cercanos y creíbles. Los documentos internos se han recibido por muy diferentes cauces y no se deben sólo a una persona que “esté dentro”, también se los han llevado como “souvenir” algunos y algunas de los que se fueron. No es falta de lealtad ni de seriedad, todo lo contrario; se trata de demostrar que no hay invención en lo que se denuncia puesto que la denuncia está documentada en base a esos documentos y, al mismo tiempo, se sacan a la luz unos reglamentos, estatutos, etc., que deben ser públicos y estar en conocimiento de la jurisdicción vaticana, Congregación para la doctrina de la fe, Conferencias episcopales, padres de adolescentes captados, fieles de la prelatura que los desconocen, etc., etc., y hasta psiquiatras y psicólogos para que entiendan las características sectarias de la institución y sepan de dónde vienen los trastornos de miembros y ex miembros del opusdei. Y también y no menos importante, porque las sociedades secretas están prohibidas por la Ley. Si lees “¿Por qué publicamos los documentos internos?” quizá lo entiendas mejor. Un abrazo, Agustina L. de los Mozos, coordinadora de la web.