Este es un popular dicho de mi mamá. De niña, mamá siempre nos explicaba que si el Papa llegara a equivocarse se mantenía infalible en sus enseñanzas porque Dios mantenía su promesa a San Pedro de “atar en el cielo lo que ates en la Tierra” (Dios “corrige” el error Papal), pero el día del juicio final Dios arreglaría las cosas a como deben ser. 

Cuando descubrí Opuslibros, me turbó bastante la canonización de Escriba. Recordaba bien el popular dicho de mamá, pero aun así busqué por la Internet sobre la infalibilidad papal en las canonizaciones y me encuentro precisamente con argumentos teologales de que el Papa NO puede equivocarse cuando habla ex cathedra debido a una particular asistencia divina y tiraba por debajo el famoso dicho de mamá...

Leyendo el escrito de EBE del pasado 16 de julio del 2010 me ha hecho recordar el pasaje del Evangelio por el que se basaba mamá con su interpretación sobre la infalibilidad Papal (Jesús no promete que no se equivoque el sucesor de Pedro sino que promete atar en el cielo lo que él ate en la Tierra). El relato que nos trajo EBE es el siguiente:

Pero también es cierto que “cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta? El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes” (Mt. 22,11). Al menos, aquí hay un antecedente de alguien que se quiso colar –habiendo ya entrado- y no pudo. Interesante asunto para que nos ilustren, largo y tendido, los teólogos.

El 30 de mayo del 2007, Daniel_M nos comparte un artículo sobre “El demonio, el exorcista y San Josemaria Escrivá” donde se narra sobre un sacerdote exorcista quien asegura que Satanás, durante una sesión de exorcismo, le decía que Escriba no era santo.

El 8 de marzo de 2010, en “Un dato para compartir” Kipepeo nos cuenta sobre el sufrimiento de Escriba en el purgatorio y según la revelación de la Santísima Virgen, salió del purgatorio poco después de ser beatificado, aunque por las fechas no coincide con la beatificación sino con la canonización de Escriba, pero la Virgen utiliza la palabra beatificado.

Si Escriba estuvo en el purgatorio, ¿cómo se explican los múltiples milagros que se le achacan a su intercesión? Jacinto Choza, el 24 de febrero de 2010 escribió un artículo titulado “Lo que queda del día” (II). En es ese escrito, Jacinto nos narra a la conclusión que de él y Tlin llegaron sobre la percepción de que los santos no son solo los que están en el cielo sino también los que están en el purgatorio y de ahí Jacinto Choza nos explica su entender sobre los favores que se le atribuyen a Escriba:

"Esto me encajaba bien con la cantidad de favores que dicen haber recibido de Escrivá tantas personas. Equivale a recibir esos favores de las ánimas del purgatorio. Y me encajaba con un favor que para mí tenía especial relevancia, a saber, el que le pidió a Escrivá la mujer de Raimundo Panikkar en relación con los hijos que querían adoptar en la India y que según ella Escrivá le concedió".

Esta interpretación de Jacinto Choza es reconfortante al tener idea de que el fundador, aunque después de muerto, reconoce de alguna manera el daño hecho a sus víctimas y trata de enmendar el dolor que les produjo. Pero hay algo que no llego a entender bien sobre esa conclusión.

Empecemos por analizar el por qué la Iglesia pide milagros para la canonización y beatificación: Si está en el cielo, puede haber intercesión del santo, pero si está condenado no. ¿Que pasa si está en el purgatorio? Pues la Iglesia nos pide que recemos por las ánimas del purgatorio porque a la hora de la muerte estas almas ya no tienen posibilidad de acumular méritos frente a Dios. ¿Cómo pudo el fundador interceder para que se realizaran los milagros si no podía hacer méritos desde el purgatorio? Pudiera responderse que NO hacía méritos para acortar sus penas en el purgatorio y que esos favores se hacían de a “gratis”, por el deber que tenía de pagar el daño hecho.

Pero si él estaba en el purgatorio y no merecía ser canonizado (o por lo menos no tan rápido), ¿por qué Dios realizaría esos milagros si conducirían directamente al error de canonizar al fundador? Hubo dolo por parte del Opus Dei durante el proceso de canonización. Dios es Verdad y no se complacería en inducir a su rebaño a un error así y también es Misericordia y no se complacería en el dolor de las víctimas de Escriba al verle subido a los altares. Dios pudo haber permitido ese error y El sabrá por qué. Quizás sea para que la Iglesia aprenda una lección y entienda mejor sobre esto de las canonizaciones y la infalibilidad papal. Quizás sea para que Escriba estando ya en el cielo ayude a dar luz para desenmascarar lo fraudulento y el daño que hace su obra (y de paso fundaciones similares). Quizás Kipepeo nos traiga la respuesta ya según lo que la Virgen dijo es que el fundador apenas y logró la salvación ya que gracias a su obra (de Escriba no de Dios) muchas personas se salvaron. Pero independientemente de la razón, una cosa es permitir el engaño y otra colaborar e inducir al error haciendo los milagros sabiendo que después el canonizado será enviado al purgatorio de nuevo para terminar de purgar sus pecados (en el pasaje del Evangelio no dice tinieblas eternas solo dice tinieblas). Entonces, ¿quién pudo haber realizado esos milagros? ¿Quién pudo haber estado muy interesado en lograr un éxito mundano a base de pillerías y lograr una canonización sin honestidad, guiar a la Iglesia en ese error y confundir y dividir a las personas y a muchas de ellas incluso hacerles perder la fe?

Hasta hace pocos años, vivió una mujer austriaca llamada Maria Simma. Ella tenía el carisma de que se le aparecían ánimas del purgatorio. Como nos lo comentaba Kipepeo, ella también afirmó que los pecados en contra de la caridad son los que llevan a más sufrimiento en el purgatorio. Una vez se le realizó una entrevista y esto fue lo que dijo en una de las preguntas:

-¿Qué piensa de las prácticas de espiritismo, invocar a los espíritus de los difuntos, las tablas de ouija, etc.?

-Eso es siempre malo. Es el demonio quien hace que la tabla se mueva. No está permitido invocar a los difuntos. En el espiritismo, si hay respuesta, es siempre y sin excepción, Satanás y sus ángeles caídos. Las personas que practican el espiritismo (adivinadores, brujas, etc.) están haciendo algo muy peligroso contra ellas mismas y contra quienes van a consultarlos. Están sumidas hasta el cuello en mentiras. Está estrictamente prohibido por Dios invocar a los muertos. Satanás puede imitar todo lo que viene de Dios. Él puede imitar la voz y la apariencia de los muertos; una manifestación de este tipo siempre proviene del Maligno. Satanás incluso puede sanar, pero esas curaciones nunca duran.

Me uno al deseo de EBE de que por favor los teólogos nos expliquen e ilustren al respecto… 

Un abrazo, 

Nelli