Aunque éste no es el tema de la web, el tono de Daniel_M tampoco es el tono de la gente que suele escribir. Me parece, Daniel, que te pasas cuatro pueblos, tanto en las afirmaciones que haces, con frecuencia incluyendo ataques a la persona, con en el tono desabrido, bronco y despreciativo que nada aporta a tu mensaje y en todo caso lo afea.

En España éste es el discurso habitual que utilizan desde hace unos años los propagandistas de la Iglesia católica española, junto con los corifeos de la derecha más amarga: suponer que el que no comulga con nosotros es un cretino, miserable, inmoral y otras lindezas. Que nosotros tenemos la verdad revelada (algo epistemiológicamente imposible), y los demás deben venir a hacernos reverencias.

Ignoro por qué, puesto que la Iglesia se declara "maestra de humanidad" y "luz de las gentes". Como mínimo, los cristianos debiéramos tener sobrada paciencia para el debate y la corrección (es una obra de misericordia). No me imagino a San Pablo en el areópago, cuando inició su predicación, poniendo a parir a cuanto sofista, platónico o simplemente gnóstico le llevaba la contraria. Mal asunto: si las opiniones de tu cliente potencial (o sea, ateos y paganos) te estorban, estás muerto en este negocio.

Aparte del error anterior (no llevar el Evangelio a todos) tus argumentos son contradictorios: si, según la Iglesia, el bautismo y la comunión son signos eficaces, es decir, que trasforman a la persona, la introducen todavía más en Dios y la Iglesia, no tiene sentido que luego tú le niegues el pan y la sal por ser ateo, o por no haber recibido formación teológica o catequética más allá de la infancia. Menos tenían san Francisco de Asís, san Pedro y si me apuras Jesucristo.

En fin, Daniel: a oír menos la Cope e Intereconomía y un poquito más de Redes y si me apuras de Bob Esponja.

Que Dios nos guarde

Ramón