Sitúo a los lectores, antes de narrar este lamentable episodio ocurrido en mi vida como numeraria del opus ¿dei?:

Me encontraba atendiendo un "curso de retiro" para chicas de san Rafael en una de las "modestas" casas de retiro de las que el opus dispone por todo el mundo, especialmente en la geografía española.

Me tocaba mi confesión semanal, que el opus impone a sus miembros. (Cosa, que al pitar, nunca explican sino que, como casi todo, te enteras con los años....)

El sacerdote, es decir, el CURA (palabra que en el opus tampoco gusta, porque parece ser que es más digno "sacerdote") resultaba ser de carácter extrovertido, bastante dicharachero y muy vivo predicando. Vivía por entonces en un Colegio Mayor de chicos. No era la primera vez que lo había visto, ya lo conocía de otros retiros.

Como explicaba antes, pasé a confesarme. Me preguntó mi nombre, mi centro y la carrera que estaba estudiando, entonces me comenta lo siguiente:

- ¡Ah, ya sé quien eres!

Y me pregunta lo siguiente:

-¿En tu clase de facultad coincides con un tal Alberto? (me invento el nombre por miedo, pero se trataba de un chico)

-Sí, le respondí.

(Aquel, era un chico muy poco agraciado físicamente, lo conocía, pero como era numeraria, no lo trataba)

-¿Y qué opinas de él? Es un tanto raro, ¿no?

- No lo trato mucho, le dije.

Se puso "gracioso", el cura extrovertido, y me comenta lo siguiente:

- Pero feo si que es ¿eh?, pero feo, feo....

Me quedé ASOMBRADA, no le dije nada.... pero como estaba "en su salsa", y ahí va lo fuerte del asunto, lo siguiente que me dice es:

- No sabíamos si admitirlo en el Colegio Mayor..... pero es que, los padres.... dan mucho ¿sabes?, aportan mucho al Colegio económicamente.... entonces.... ya sabes....

Salí del confesionario con mal cuerpo.... porque se me venían imágenes de aquel pobre chico, comentando entre un grupo de compañeros de clase, lo contento que venía del UNIV (viaje a Roma en Semana Santa, con el Colegio Mayor), incluso presumiendo....

Queridos lectores, ¡me han pasado cosas tan desagradables en el opus!, cosas tan ruínes, tan inhumanas.... cosas que, como por ahora, no quiero desvelar mi identidad, no puedo contar.... esto son sólo migajas.... tengo tanto que denunciar.... pero denunciar al opus es luchar contra un gigante... por eso decidí contar mis experiencias en esta web, por desahogarme, porque quiero que la gente sepa lo que es el opus, por si consigo ahorrarle el sufrimiento que he padecido, aunque solo fuera a una sola persona en el mundo.

Gracias a la publicación de Luxindexborgia, "Cateto a babor", del 12 de marzo... me abre aún más los ojos.

Gracias al último escrito de Matilde, gracias por tu apoyo, tus consejos y la fuerza que me transmitió tu escrito. Gracias por estar ahí.

Gracias a Montserrat, en su escrito del viernes pasado. Sigo tus consejos, intento reconstruirme como persona cada día. Conoces muy bien las artimañas del opus para el reclutamiento. Le pediré a Agustina tu mail.

Exnumeraria