Queridos amigos, estoy sobrecogida por lo que le ha sucedido a Enrique Perez Amez, una vez muerto.

Cuando su familia fue a recoger sus cosas a la residencia donde vivía, se encontró con que había desaparecido su ordenador, sus libros y sus papeles.

Es inaudito! Aun no se  sabe quien se ha tomado esa libertad sin permiso de sus legítimos dueños.

Precisamente yo les dije la víspera que me gustaría saber del segundo libro que ya tenía escrito y sin publicar por falta de medios materiales. Alguien ya lo ha hecho desaparecer.

Parece que lo que Enrique dijera tenía un eco inmenso y hacía mucha pupa, porque su vida entera tras dejar el Opus Dei ha sido una persecución sin piedad. Aun quedaba una puñalada más que darle. Yo estoy sin palabras.

Quisiera agradecer a Feli su cariñoso testimonio y me encantaría ponerme  en contacto con él. Si quisieras, escríbeme a carmencharo@euskaltel.net.

Quiero que sepan los directores que nos leen que no pienso dejar esto así, y no voy a parar hasta dar con el libro de Enrique, saber quien lo ha hecho desparecer y hacer público aquí su nombre.

No sé si es alguien de la obra, ya que ellos nunca van de frente y dando la cara, pero sí creo que estén detrás de todo esto. Os prometo que haré lo que sea para enterarme.

Una vez más puedo decir que éste es el genuino espíritu del Opus Dei: el de la mentira, la extorsión, la negación de libertad, el del miedo...¿para qué seguir con el cúmulo de “virtudes”?

Enrique, que Dios te tenga en su Gloria!!!, tu ya habrás comprobado la Libertad que da la Verdad.

Carmen Charo