Primero antes que nada quisiera daros las gracias a todos por vuestro apoyo; tanto a los que habéis contestado por este medio, como a todos los demás que en silencio también acompañan... nos une una misma comprensión: no saberse solo, ahí fuera hay alguien como tu... y sobretodo, existe solución.

He de confesar que en mis años en Casa, nunca he recibido “cuantificativamente” tanto apoyo como ahora, y mucho menos se me ha tomado tanto en consideración... mis palabras han pasado de ser “necias” o "sin experiencia" a ser tomadas en serio.

Montserrat, tras leer tu escrito del pasado 20 de Enero titulado Robots;

He de confesar que es cierto que existe una falta de Amor sobrenatural en las obras apostólicas de la Prelatura, muchas veces promovido por los propios directores, en los que se busca agrandar listas... aunque siempre bajo un “peculiar” sentido sobrenatural.

El motor no pierde aceite, se hunde!!!... se están cerrando centros para reagruparse en otros, la lista de miembros crece como la levadura pero el número de los que se quedan por el camino es mayor, los “jovenes de Casa” se enloquecen mientras los “mayores de Casa” esperan tiempos mejores (cambio de director), etc.

Doy gracias a Dios y no me arrepiento de estos años en la Obra, porque siempre he buscado la parte sobrenatural y no la “numérica”, buscando siempre hacer mejor cristiano a los que me rodean en vez de “dar” la vocación.... ésto lo aprendí en la Obra porque también existe gente buena en ella que me ha enseñado ese “discernimiento” del que me hablas. Muchas gracias, sigue así.

Bueno, esto es una sencilla opinión de mi experiencia, no es mi intención dar lecciones.

Estimados Aldeano, Al Chile, Mediterráneo y demás: que gusto da saberse igual a vosotros... saberse más y mejor. Deseo hablar con vosotros.

Mgcs