Adriano, ese punto de vista me parece muy interesante. Nuestro Padre en alguna tertulia pública comentó que Don Álvaro pertenecía a la Congregación para la Doctrina de la Fe y -bromeando- añadía: "La antigua Santa Inquisición". Y explicaba que sus miembros estaban sujetos al secreto, que no podían traicionar "ni con un movimiento de ojos", bajo las peores penas. Y don Álvaro al escucharlo se reía.

Vuelvo al inicio: Creo que el punto de vista de Adriano puede ser real, por lo que se refiere a los documentos del Concilio y que Don Álvaro no tenía que estar necesariamente de acuerdo con las apreciaciones de San Josemaría, que, insisto, siempre se referían al ambiente y no a los textos conciliares, entre otras cosas porque la mayoria de ellos se aprobaron al final de la última sesión. Recuerdo que comentaba una vez nuestro Padre que determinado grupo de Obispos y de Teólogos (no recuerdo detalles) habían invitado a alguien no católico para que diera una conferencia -fuera del Aula conciliar como es lógico- sobre la fe. Y decía nuestro Padre: "Es como si nuestras madres -perdonarme hijos mios- se reunieran e invitaran a una prostituta para que les hablase del amor". Esta comparación no tiene por qué ser un acierto, evidentemente, pero trato de demostrar que nuestro Padre no criticó los documentos conciliares, ni había porqué hacerlo, sino a todo el show que se montó en las afueras y alrededor del Concilio, a la clasificación entre conservadores y progresistas, etc. Y sobre la Sagrada Liturgia recuerdo que una vez se refirió a algunos se comportaban como "arqueólogos";  upuestamente porque trataban de volver a una liturgia más primitiva, etc. Siempre opiniones y nunca referidas a documentos sino a actitudes personales, en las cuales podía o no tener razón.

Un abrazo.
JUAN.