Zenón de Elea :
Leo el muy confuso texto del señor Damián referente a Kant, la Escolástica y San Anselmo y compruebo que:
- A tenor de lo que afirma, dudo mucho que tal señor haya leido apenas a Kant, para desgracia suya y de la seriedad de esta página. Decía con mucha razón Ortega que o se hace filosofía o se hace literatura o entonces se calla uno por mor del ridículo.
- La crítica a Santo Tomas de Aquino se confunde con aquella otra del ontologismo de San Anselmo, que el Aquinate también refutó desde su realismo filosófico con argumentos muy similares a los usados posteriormente por Kant. Parece el serñor Damián desconocer el concepto de "actus essendi", clave en la bóveda tomista. Es al idelismo cartesiano a quien Kant combate en esta polémica y su antecedente anselmiano.
- Que de la esencia se pueda pasar eo ipso a la existencia es cosa precisamente negada por San Buenaventura y Santo Tomás, a los que tampoco parece conocer porfundamente el señor Damián a lo que se ve con suma tristeza.
- Sobre la cognoscibilidad de Dios según Santo Tomás el señor Damián pone en la mente del Aquinate todo lo contrario a su pensamiento, ignorando la arquitectura misma de las cinco vías. La crítica kantiana se hará desde otro planteamiento bien distinto acorde con la honestidad intelectual de Kant.
- Que cuando el señor Damián afirma tan campante que "cabe deducir de lo anterior que en un mundo ideológico eclesiástico resbaladizo de la primera mitad del siglo XX, se podía con toda libertad identificar al buen pensamiento con la existencia de las cosas (?)" debía de estar pensando más bien en Hegel y no en Santo Tomás . Y no parece que fuese Hegel el filósofo de cabecera de San Pío X. Casualmente el Ontologismo de Rosmini había sido ya condenado por Leon XIII.
Que por tanto la conclusión a la que llega en su "totum revolutum" no hace más que confirmar el adagio lógico que "De lo falso se sigue cualquier cosa". Por ejemplo, la infidelidad a las afirmaciones de los pensadores asequibles en cualquier manual de Historia de la Filosofía por no remitirle a "los textos mismos", que aconsejaba siempre Husserl desde su genuina "pretensión de verdad". Esa misma pretensión que echamos en este escrito tan en falta y que tanto desprestigio causa. Atentamente, Zenón de Elea.
Publicado el Wednesday, 25 November 2009
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