floresyflorecillas :
LO QUE DEBERÍA DECIR EL LIBRO DE CAMINO:
PUNTO 59
LA GUIA DE TU ALMA Y DE TU VIDA
Tú nó tienes espíritu propio. Solo hay Un Espíritu, y es Dios. Los hombres buscan su “Lagar”. Los hombres se hacen “su nido”. Los hombres buscan “su provecho”. Los hombres buscan el lugar de su entierro. Todo lo planean y lo tienen establecido y asegurado. Parece que cuando todo lo tienen planeado, significa que lo tienen seguro. Pero nó hay nada seguro aquí en la tierra. “El día y a la hora que menos lo esperes se te tomará”...
Piensa en cuando fuiste niño. Parece que fue ayer, y sin embargo cuánto tiempo ha pasado, y qué rápido. El día que menos lo pienses, Dios te llamará. Y todo cuanto habías planeado aquí en la tierra, lo dejarás. Si quieres ver un sitio de verdadera paz, ve a un cementerio, allí verás de verdad a donde conduce tanta prisa y tanto correr, y allí verás la hacienda de los hombres famosos y ricos en qué ha quedado. Y todos los poderosos hombres que hubo (Napoleón, Hitler, Lenin) que quisieron cambiar el mundo, ¡en que han quedado, y donde están!. La dirección de toda nave, que és tu Alma, solo la puede llevar Dios, porque Dios existe nó porque lo diga yo, sino “Porque És”, y nadie en la tierra te puede aconsejar mejor que Él, porque existe y És. Y tu vida interior, nó la lleva ningún director más o menos Santo, sino que la lleva Dios, que es Espíritu, y que está en ti y puedes oír. ”A ningún hombre llames Padre, porque uno solo es tu Padre, Dios”. Y cuando en el mar, y el viento, y la marea, temas naufragar, acude a tu Padre Dios, y Él te salvará, como a Pedro: “Sálvame Señor que me ahogo”. Y te dirá: “Tirad las redes y hallaréis”, y “A quien pide, se le dará, y estará en abundancia”.
Tu maestro és El Espíritu Santo. En el mundo encontrarás personas que te aconsejarán, pero Dios te preguntará un día, qué hiciste para evitar ésto o aquello, y Dios también te preguntará cómo te comportaste con ese o aquel semejante tuyo, y nó podrás decirle que un maestro aquí en la tierra te ordenó o aconsejó mal, porque Dios te dirá si nó escuchaste lo que te decía tu conciencia y el Espíritu Santo en ella, y nó podrás alegar que te aconsejó mal tu Director y le obedeciste, porque nó bastará para justificarte. Dios nunca juzgará la conducta de otro, cuando te esté juzgando a ti, porque solo le interesará tus respuestas y actitudes, ya que juzgará la conducta de cada persona individualmente y nó en grupo, y ésto tiene mucho sentido, pues de la equivocación de uno de ellos, nó sería justo que te perjudicases, tampoco sería justo que del acierto de uno, te beneficiases. Es muy fácil diluir la responsabilidad, haciéndola colectiva, ya que siempre existe una excusa para justificar el mal hacer de uno, en el mal consejo de alguien, o en el mal consejo colectivo: ¡Para qué tienes la cabeza sino para Pensar, y el Alma para meditar, y el corazón para Amar, y los ojos y oídos para Comprender y Razonar!.
PUNTO 60
TU EDIFICIO ESPIRITUAL
Tu camino es buscar a Dios: “Quien busca, encuentra, quien llama, se le abre, a quien pide, se le dará, se le colmará una medida plena, repleta”. Todo lo que pidas, Dios te lo dará. No tiene sentido pensar o decir que buscas construir un edificio, cuando tu edificio espiritual es Dios, y ya está construido… (y nó por ti). Busca pues a Dios en tu vida. Esa es tu labor, un constante acercarte a Dios y conocerle y comprenderle y Amarle. “Acumula tesoros en el cielo”, para que cuando vayas a ver a tu Padre, se los puedas mostrar, y le gusten. Aprende aquí ya en la tierra cómo es Dios: “Dios És Amor”, y “Quien Me Ama, Mi Padre lo Amará, y Vendremos a él, y Haremos morada en él”, y cuando haga morada en ti, sabrás qué es aquello que le gusta, porque le conocerás.
PUNTO 61
LA PALABRA DE DIOS. EL CONSEJO. DISCERNIMIENTO.
“Hemos visto un hombre que lanza demonios en Tú nombre, y se lo hemos prohibido”, dicen los apóstoles. “El viento sopla, y nó se sabe de donde viene, ni a donde va”. “Donde está vuestro hermano, el más pequeño”. “Quién nó está contra nosotros, está a nuestro favor”. Cómo se puede decir que alguien qué habla Palabra de Dios, miente. “Dios nó hace distinción de personas, antes bien, escucha a los que le Aman y cumplen sus mandatos”, por tanto nó pienses que el habito hace al monje, ni que un monje sin habito, nó es un monje. Discierne La Palabra, que nó és ni tuya, ni mía, sino de Dios, y en el consejo de un extraño discierne si es consejo de Dios o que te aparta de Dios. Nó mires quién lo dice sino lo que dice: “Haced lo que ellos digan, pero nó lo que ellos hacen, porque dicen, pero nó hacen”, y así, ya nó tendrás miedo de dejarte aconsejar por un extraño, o nó te equivocarás al escuchar a un maestro, porque buscarás La Palabra de Dios, y nó verás quién es el que la dice.
PUNTO 62
LA OBEDIENCIA
¿Entregarte?, ¿Darte?: ¡Solo a Dios!. ¿Obediencia?: ¿Porqué llamas obediencia a lo que tendría que llamarse Amor?. ¡Solo obedecen los siervos de un padre que és un tirano!, pero tú Padre Dios, nó es un tirano y nó necesita que le obedezcas (porque nó te lo exige, sino que te lo pide), porque su ley es una ley de Amor, y porque su ley, está diciéndote las cosas que te van a hacer bien y son buenas para ti, hijo de un Padre que te Ama. Él te dice: “Bienaventurados los que escuchan Mi Palabra y la cumplen”, nó te está diciendo Bienaventurados los que me obedecen. La obediencia es servil, de quien no entiende, nó comprende, pero que tampoco quiere hacer o entender. Entiendo que quieras hacer lo que te aconsejan, porque consideras que te va a hacer bien en tu camino espiritual o moral, pero nó olvides, que el Alma de todo hombre es libre, entonces tú obediencia la entiendo cómo que quieres cumplir con el consejo que recibes, pero recuerda que tú Alma es libre para aceptar o rechazar ese consejo, y que también tú Alma es libre para someterte a la voluntad de otros, y cuando te sometas a la voluntad de otros, tú obediencia es libre, porque te has sometido por propia voluntad, pero piensa que aún en ese caso, si tú acto es equivocado, la responsabilidad caerá en quien te ha dado ese consejo, pero también recaerá en ti, porque te has sometido por propia voluntad a ella.
Déjate aconsejar, pero por aquel que pienses que te va a ayudar, y nó por cualquier persona, ni porque nadie te diga que és buen consejero, sino que te dejes aconsejar solo por aquel, que pienses que te puede ayudar. Y no te dejes engañar, porque igual que “El viento no se sabe de donde viene y a donde va (Espíritu Santo)”, cualquier persona puede hacerte ver detalles o circunstancias que antes no habías pensado o meditado, porque Dios se vale de toda circunstancia, lugar, y personas, para hablarte, ya que nó son ellos los que te hablan, sino tu Padre Dios a través suyo.
Déjate aconsejar, pero nó radicalmente, ni en todo, ni en cualquier cosa. ¿Te crees que hay alguien (hombre), que tenga toda la sabiduría del mundo, aunque tenga bastante acumulada?. Nó, y tampoco toda sabiduría. Tú nó eres servil, pero tampoco eres libertario. Necesitas conocer y saber. “Yo soy La Verdad”. “Ya tienen La Ley y los profetas, ¡qué los oigan!”. ¡Cuántos profetas y cuánta Ley hay escrita en tantas y tantas escrituras y lecturas de tantos y tantos doctores y nó doctores de la Iglesia!. El Patrimonio de la Iglesia y de los Santos, escrito en tantos y tantos textos y libros. ¿Y quieres consejos de alguien para Amar más a Dios, cuando tantas personas le han Amado tanto antes que tu?. Nó te entregues a cualquier persona para que te aconseje, pues en esa persona estás poniendo la flor más dorada y hermosa de toda la creación, la flor que ha creado tu Padre Dios, tú Alma, para que le Ames Eternamente aquí en la tierra, Amando a tus semejantes, y luego en el cielo, Amado a Dios y a cuantos ya has Amado en la tierra por Él.
“Mi comida es hacer la voluntad de quien me envió”. No es obediencia servil sino Amor por cumplir con su Ley. Y nó dice “”obedecer a quién me envió””, sino “Cumplir Su Voluntad”, porque le Ama.
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Publicado el Monday, 23 November 2009
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