Con el tiempo, cuando tu hijo no sea rentable económicamente, lo cambiarán de lugar de residencia pues ahora seguramente alguna entidad bancaria afín a la obra, habrá adelantado los gastos del colegio Mayor y hasta que no consuman del todo todos esos dineros allí, los van a aprovechar y cuando al opus dei los costes de su salud le empiecen a ser gravosos, se pondrán en contacto contigo y cuando, por causa del cansancio que sufra tu hijo ya no sea eficaz en su apostolado ni en su proselitismo, entonces lo echarán de la obra y te lo devolverán. Para entonces estate paciente y recuerda que tú siempre serás su padre.

Cuenta el Talmud el siguiente relato. Un día el hijo abandonó a su familia y fue a tierras lejanas a encontrarse consigo mismo, pero se arruinó, su padre siempre le esperaba y se enteró de su malaventura por un amigo, envió a un criado donde su hijo, con el encargo de traerlo pero el hijo sumamente avergonzado le envió el siguiente recado “Padre apenas puedo iniciar el camino hacia la casa” una vez que el padre recibió este mensaje le devolvió la siguiente encomienda “Hijo ponte en camino que el resto del trayecto lo recorreré yo para encontrarte”.

Miguel, tú y tu mujer estáis haciendo el resto del viaje, no desesperéis, ellos no quieren nada de vuestro hijo, en poco tiempo lo dejarán libre y es muy posible que le acusen de traicionar a su vocación. No desesperéis y que Dios os bendiga.

Damián