Si la anécdota es cierta, el médico del opus se portó como un autentico santo, proporcionándole al pobre enfermo de cáncer el tratamiento que necesitaba. Por desgracia, no debía estar de guardia ninguna de las veces que me he cruzado en mi vida con médicos del opus. Por ejemplo, cuando me tocó visitar a familiares próximos míos, ya mayores, en cierta clínica de cierta ciudad Opus. Él era supernumerario de los primeros y bastante vaca sagrada en cierta universidad, y su mujer no era de la obra. Cuando él se puso enfermo, lo alojaron en una suite a lo D. Juan de Borbón y le dieron tratamiento VIP. Los médicos no hacían más que entrar a ver que tal estaba, las enfermeras eran simpatiquísimas, eficientes, y casi no hacía falta ni llamarlas... Cuando la enferma fue su mujer (con él todavía vivo, que por desgracia le tocó presenciarlo todo), digamos que la cosa fue más bien de segunda división. Curioso, porque los dos tenían exactamente el mismo seguro médico. ¿Quizás se sabía que él iba a atraer visitantes de cierto tipo, diferentes de los de ella? En fin, fue muy triste. En otra ocasión me encontré desesperado por problemas familiares, y me puse en contacto con un psicólogo (del opus) al que conocía. ¿Me dio algún consejo sabio, o me ayudó de alguna otra forma? No. Me mandó por mail una estampita de san José, que dicen que para estas cosas tiene mucha mano. Y seguramente me encomendó mucho, claro.
 
Qué bien que algunos hayan tenido otras experiencias con médicos del opus, y con la organización en general. Yo nunca he sido miembro, pero lo he visto bastante de cerca y mi impresión es bastante distinta.

PabloP