Según informan los medios, los visitadores nombrados por la Santa Sede para realizar una investigación en las instituciones y centros de los Legionarios de Cristo (LC) y del Regnum Christi (RC) han sido convocados a Roma, a finales del mes de octubre, para presentar al Papa un primer informe sobre los resultados de su investigación.

Estas averiguaciones no se han centrado en los abusos de Maciel, que ya constaban en el dossier que llevó a su condena en 2005, sino 1º) en escuchar a las víctimas; 2º) en comprobar si se está secundando la supresión del cuarto voto de no denunciar a los superiores; y 3º) si las Constituciones que aplica la Legión corresponden a las aprobadas en su día por la Santa Sede, en la cuestión financiera y la titularidad de las propiedades y de los centros; y, por mandato expreso del Papa, 4º) en lo que haya de 'coacción y control' de las conciencias en los miembros consagrados de la Legión.

Como el paralelismo con los problemas internos del Opus Dei es inmenso, me parece muy interesante saber lo que está pasando entre las bases de esta institución a raíz de esta visita, según desvela un sacerdote legionario, que ocupa un importante puesto en la LC y que sigue dentro a la espera de la decisión de la Santa Sede cuando finalice la visita apostólica: «En la LC y el RC existen en estos momentos tres tipos de actitudes: los que siguen pensando que todo es falso y es una prueba más que nos envía Cristo; los que han abandonado y se han salido, y los que vivimos una tremenda frustración por el secretismo de nuestros superiores y que estamos esperando para tomar una decisión a lo que decida el Papa y si se convoca un Capítulo General».

Según él, lo peor es que los superiores no acaban de adoptar una actitud de transparencia y aceptación de las reconvenciones de la Jerarquía, pues cuando alguien les pregunta sobre algo concreto, o no te responde o contesta diciendo: “Pues es usted el primero que me plantea esto”.

A mí todo esto, por desgracia, me suena demasiado. Pues nuestro Prelado no rectifica nada y se reafirma en los errores de Escrivá. Y mirando a mi alrededor, veo que nuestras Directoras secundan ciegamente las consignas que reciben (entre otras razones porque aquí quien piensa por cuenta propia es fulminada sin piedad); que muchas Numerarias se han ido ya o se han situado en un statu quo que les permite vivir a su aire; que otras están muy enfermas; y las pocas restantes viven en un fanatismo acrítico, incapaces ni de plantearse que podamos estar viviendo en contra de la fe y la moral cristianas.

Aquí, o la Jerarquía destituye cuanto antes a nuestro Prelado y a sus colaboradores, y pone un equipo que se encargue de rectificar con transparencia, de reparar ante las víctimas y de formar eclesialmente las cabezas de l@s fieles de la Prelatura, o esto va a acabar como el rosario de la aurora.

Trinity