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 Correos: Criterios absurdos y obsoletos.- Novedades

070. Costumbres y Praxis
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Me ha gustado el artículo que escribía Books sobre los cambios en las costumbres en los últimos años. Algunos de los que escribís aquí y os fuisteis hace mucho igual no sabíais del cambio de esos detalles (las mujeres pueden usar pantalones, la correspondencia ya no se revisa, hay más "manga ancha" para visitas a familias y celebraciones...).

Lógicamente, hay otros que creo que se siguen manteniendo y que también se van quedando desfasados: las mujeres no pueden ayudar a misa, los curas están obligados a usar sotana en las casas, las numerarias no pueden fumar y tienen que dormir en una tabla, las auxiliares tienen que ser mujeres, los curas tienen que ir totalmente afeitados (no pueden dejarse barba, bigote o perilla)... Y el más importante: los niños de 14 años siguen siendo presionados para entrar en la institución.

Estos detalles me parece que chocan con la mentalidad actual (por lo menos en España). Intentaré explicar las razones:

La práctica de ayudar en misa hoy en día no tiene nada que ver con el sacerdocio (quizá antaño antes del Concilio los "monaguillos" eran semisnaristas menores). El Concilio ha propuesto que las eucaristías sean más participativas, y la mujer no tiene por qué quedarse al margen.

Lo de la vestimenta de los curas es un claro ejemplo de cambio hecho "de cara a la galería", como comentaba el escrito que he citado. Si los dos trajes (sotana y "clergyman") son adecuados para vestir, ¿por qué uno se lleva dentro de casa y el otro fuera? ¿Por qué no puede el cura decidir cuál lleva? Si se guiere potenciar una prenda en desuso como es la sotana, lo de esconderla de cara a la galería es muy triste. Si te avergüenzas de esa prenda, pues no la lleves tampoco en casa. Además, ¿por qué no se deja a los curas que vistan como les de la gana? Lo mismo lo de un cura con barba, ¿es un capricho personal del Prelado o qué motivos hay para que no la pueda llevar si le da la gana?

Lo de que las numerarias no puedan fumar, y los numerarios sí, ¿en qué se basa? Igual que lo de los pantalones, es sexismo. Hoy en día cada vez fuma menos gente, pero si un numerario puede decidir si fuma o no, una numeraria también tendría que poder elegirlo. Lo mismo con lo de la tabla en la cama para dormir, ¿qué razón tiene ese criterio? ¿Por qué se exige una mortificación extra a las mujeres?

Por cierto, las jaculatorias de ambas secciones ya son un indicativo de por dónde van los tiros: mientras que los varones invocan a Santa María como "asiento de la sabiduría", las mujeres lo hacen como "esclava del Señor"...

La figura de numeraria auxiliar, según cuenta todo el mundo, es cada vez más rara (si el Opus Dei tiene una falta de vocaciones, es especialmente grave en el caso de las numerarias auxiliares). Aún así, es discriminatorio que esa figura de limpiar y cocinar se atribuya sólo a las mujeres. Si a los que somos del Opus Dei nos choca, más aún a los que no pertenecen a la institución.

Otro caso que desentona en la sociedad actual es el bikini: el bañador de una sola pieza entre ciertas edades está en peligro de extinción, y el Opus Dei parece que quiere seguir al margen de ésto y desentonar. Obviamente una señora entrada en años y carnes, o con una cicatriz horrible, o simplemente porque le da la gana, puede estar mejor con un bañador entero (eso es subjetivo y hay opiniones para todos los gustos). Y está claro que el tanga no es un tipo de traje muy propio para una numeraria... Pero hay bikinis de todo tipo. Además, por muy mal que le quede un bikini a una numeraria, el Opus Dei no es quien para decidir qué se tiene que poner la susodicha. ¿Es que esa señora no es mayor de edad? ¿Acaso no se fían de ella?

Lo del teléfono móvil también es importante porque da más libertad a la persona. Igual que el e-mail y el acceso a internet. Hoy en día, cada vez es más difícil poner barreras a una persona para controlarla, y el teléfono móvil es algo que tiene prácticamente la totalidad de la población. Afortunadamente cada vez somos más libres y el Opus Dei no puede contener la sociedad de la información. Aunque en un centro no se compre El País por ser del PSOE, el numerario que lo desee puede acceder a la versión "on line" del periódico y contrastar la información oficial y censurada.

Lo de los pitajes a los 14 años también choca con la mentalidad actual. Las vocaciones tan tempranas son más propias de la época preconciliar, donde se tenían muchos hijos y era habitual en algunas sociedades que alguno se hiciese religioso. Hoy en día los seminarios de sacerdotes cada vez tienen más candidatos adultos, algunos incluso con otros estudios y profesiones.

Todos estos criterioes (bikini, barba de los curas, mujeres monaguillos, no ir al cine, la tabla, no fumar...) no deberían estar regulados. Lo lógico es que cada persona pueda decidir libremente si decide aplicarlos o no. ¿Por qué la institución se empeña en decir a sus miembros lo que tienen que hacer en temas que no son del espíritu del Opus Dei? ¿Acaso una mujer en bikini no puede vivir la castidad? ¿O un cura con bigote no puede ser santo? ¿Por qué los interesados no pueden decidir libremente sobre estos aspectos? ¿Por qué se sigue dictando el modo de vida en detalles tan estúpidos?

El problema que hay en la institución es que los pocos cambios que se hacen cuesta mucho conseguirlos, y sólo se hacen para no desentonar, "de cara a la galería" como decía antes, en vez de ir al fondo de la cuestión: el respeto a la libertad de los miembros y dejar de obsesionarse por controlarlo todo.

(Seguro que se os ocurren más criterios que se han cambiado o que deberían cambiarse. En este artículo sólo he puesto algunos que se me han ocurrido)

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Publicado el Monday, 02 November 2009



 
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